7 revelaciones de la acusación contra rusos señalados de interferir en asuntos políticos de EEUU
El fiscal especial a cargo de la investigación sobre la supuesta interferencia rusa en las últimas elecciones presidenciales estadounidenses, Robert Mueller, dejó caer un bomba el viernes con su acusación en contra de tres organizaciones y 13 ciudadanos rusos.
Es la primera vez que el equipo de Mueller aprieta el gatillo en lo que tiene que ver con el mandato central de su investigación, dejando de paso al descubierto lo que afirma es una operación multimillonaria para sembrar discordia en la política estadounidense que se remonta hasta 2014.
A continuación, algunos de los pasajes claves de la acusación de 37 páginas, así como un análisis de lo que significan para el caso.
1. No conocimiento, no colusión
"Algunos acusados, haciéndose pasar por ciudadanos estadounidenses y sin revelar sus vínculos con Rusia, se comunicaron con individuos vinculados a la campaña de Trump y con otros activistas políticos para tratar de coordinar actividades políticas".
Este es el fragmento clave para los esfuerzos de la Casa Blanca por minimizar la amenaza que representa la acusación para Donald Trump y su presidencia.
Al anunciar la acusación el subprocurador general, Rod Rosenstein, agregó que "en esta acusación no hay alegaciones de que algún ciudadano estadounidense tuviera conocimiento (de las actividades rusas)".
Pero los críticos de Trump destacarán la declaración especifica "en esta acusación", pues aunque los documentos de Mueller establecen que ninguna de las personas vinculadas al mandatario sabían que estaban tratando con rusos, la investigación aún no ha concluido.
A través de Twitter y de un comunicado de la Casa Blanca, Trump ha insistido en que esto prueba que no hubo colusión. Pero lo correcto sería decir que no se alega colusión en esta acusación.
El documento ciertamente le da fuerzas al principal argumento de la Casa Blanca, pero no la protege de posibles nuevas acusaciones.
Y lo que sí hace la evidencia presentada por Mueller -si termina comprobándose- es echar por tierra la vieja insistencia de Trump de que las acusaciones de interferencia rusa eran parte de un engaño.
2. Más allá de Donald y Hillary
"Participaron en operaciones principalmente destinadas a esparcir información negativa sobre Hillary Clinton, denostar a otros candidatos como Ted Cruz y Marco Rubio, y apoyar a Bernie Sanders y el entonces candidato Donald Trump".
La acusación retrata un esfuerzo de muchos años y en muchos frentes por "sembrar discordia" en el proceso político estadounidense desde al menos 2014, cuando Trump todavía no había anunciado su candidatura a la presidencia.
Según el equipo de Mueller, los rusos primero se familiarizaron con el proceso político estadounidense y luego actuaron para apoyar -o debilitar- a varios candidatos.
Se los acusa de haber atacado a varios de los rivales de Trump en las primarias del partido Republicano y de haber apoyado a Bernie Sanders en su batalla contra Hillary Clinton por la nominación Demócrata.
También se afirma que usaron redes sociales para movilizar apoyo para la candidata del Partido Verde, Jill Stein, durante las elecciones, incluyendo una cuenta de Instagram que invitaba a los activistas liberales negros a "elegir la paz y votar por Jill Stein "e insistía que un voto por ella no era "un voto desperdiciado".
En varios estados clave del oeste-medio, los votos a favor de Stein superaron el margen de victoria de Trump sobre Clinton.
3. Ecos de la Guerra Fría
"Krylova y Bogacheva, junto a otros acusados y coconspiradores, planearon itinerarios de viaje, compraron equipos (como cámaras, tarjetas SIM y teléfonos desechables) y discutieron medidas de seguridad (incluyendo "escenarios de evacuación") para los acusados que viajaron a EE.UU.".
Una de las revelaciones más impactantes de la acusación es que los esfuerzos rusos por influir en las elecciones presidenciales fueron mucho más allá de sus esfuerzos "virtuales" a través de las redes sociales.
Según el documento, estas también incluyeron la llegada a EE.UU. bajo falsos pretextos de varios ciudadanos rusos que se hicieron pasar por ciudadanos estadounidenses para llevar a cabo acciones clandestinas.
Este tipo de labor de espionaje remite a la Guerra Fría y es un indicador de la seriedad y sofisticación de los esfuerzos rusos.
4. Se cometieron crímenes
"Los acusados, junto a otros conocidos y desconocidos del Gran Jurado, conspiraron a sabiendas e intencionalmente con el objetivo de defraudar a Estados Unidos dañando, obstruyendo y pervirtiendo las funciones legales de la Comisión Federal Electoral, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado en la administración de los requerimientos federales de divulgación de participación extranjera en ciertas actividades domésticas".
Uno de los argumentos de algunos de los simpatizantes de Donald Trump es que incluso si se prueba una interferencia rusa en la campaña electoral, esta no constituiría un crimen, por lo que una conexión entre Rusia y la campaña Trump, de existir, tampoco representaría un golpe fatal para el mandatario.
La acusación, sin embargo, identifica varios crímenes potencialmente atribuibles a los rusos, incluyendo fraude electrónico, robo de identidad y violaciones a la ley electoral.
Y aunque parece muy poco probable que alguno de los acusados vaya a terminar compareciendo ante una corte en EE.UU. -el gobierno ruso ya calificó las alegaciones de "absurdas"-, ese no parece ser el punto: el asunto importa porque significa que cualquier estadounidense que haya sabido de la actividad rusa participó en una actividad criminal y por lo tanto también puede ser acusado.
Por el momento ningún ciudadano estadounidense ha sido nombrado. Pero la investigación todavía no ha concluido.
5. Un esfuerzo dirigido
"Los acusados y sus coconspiradores, haciéndose pasar por ciudadanos de EE.UU., se comunicaron con un verdadero ciudadano estadounidense afiliado con una organización de base de Texas. Acusados y conspiradores averiguaron gracias a esa persona que tenían que enfocar sus actividades en "estados púrpura como Colorado, Virginia y Florida".
Esta revelación da cuenta de los extremos a los que los rusos llegaron para obtener información acerca del sistema y estrategias electorales estadounidenses como parte de sus supuestos intentos por influir en la elección presidencial.
Se contactaron con expertos locales, quienes les ayudaron a identificar como blanco varios estados clave, incluyendo Virginia, Colorado y Florida.
De la acusación se desprende que los rusos le pusieron especial atención a Florida, donde Trump eventualmente ganó con una diferencia del 1,2%. Hillary Clinton ganó en los otros dos estados mencionados.
6. Gente de verdad, manifestaciones de verdad
"Los acusados y sus coconpsiradores mantuvieron una lista actualizada de más de 100 ciudadanos estadounidenses contactados a través de cuentas de falsos ciudadanos estadounidenses controladas por la organización, monitoreando sus esfuerzos de reclutamiento y otras solicitudes".
Hasta hoy, la mayoría de la atención se había enfocado en los esfuerzos rusos por interferir en la elección a través de las redes sociales, vía falsas cuentas de Twitter y Facebook, anuncios y cosas así. Pero la acusación ofrece detalles sobre otras actividades.
Según la acusación, cientos de estadounidenses fueron contactados y reclutados para apoyar actividades a favor de Trump.
Los investigadores aseguran que a algunos individuos se les pagó para que asistieran a actos de campaña, incluyendo a uno que fue a varios de ellos vestido como Hillary Clinton en traje a rayas, y que incluso se financió la construcción de una jaula falsa.
Los rusos también habrían organizado y promovido varios eventos, así como proporcionado dinero a una organización de base de Florida para que comprara materiales para una actividad en Miami. Es decir, se habría involucrado y financiado directamente actividades tradicionales de campaña.
Trump siempre ha dicho que "los resultados de la elección no se vieron afectados".
Pero si bien es imposible determinar si los millones de dólares que supuestamente invirtió Rusia terminaron inclinando la balanza a favor del candidato republicano, es mucho más difícil negar algún tipo de impacto.
7. No acabó el día de la votación
"Tras la elección de Donald Trump en noviembre de 2016, defensores y conspiradores crearon perfiles falsos de ciudadanos estadounidenses para organizar y coordinar mítines políticos para apoyar al presidente electo Trump. Al mismo tiempo, con otros perfiles de usuario, convocaron otras protestas para oponerse a la reelección del nuevo presidente electo".
Si el objetivo real de la supuesta intromisión rusa fue "sembrar la discordia" en el sistema político de Estados Unidos, esos esfuerzos no concluyeron con la elección de Trump, según la acusación formal.
Días después de los comicios, los rusos jugaron a ambos bandos, convocando protestas a favor y en contra de Trump.
Los partidarios del presidente usan esto como prueba para decir que los rusos no apoyaban a Trump, sino que tanto querían hundir su nombre como ayudarlo.
Pero las comunicaciones que Muller cita en el escrito de acusación aseguran que los operadores de estos perfiles dijeron que la organización apoyaba a Trump y a Sanders.
Además, los mítines postelectorales demuestran que los esfuerzos rusos no han terminado.
Algunos funcionarios de inteligencia estadounidenses que tuvieron que pasar por el Congreso estadounidense a principios de esta semana, dijeron prácticamente lo mismo: que los rusos, sin inmutarse, tratarán de seguir fomentando el caos en los próximos días, incluso durante las elecciones legislativas que se celebrarán a finales de este año.
La pregunta, entonces, es qué hace o deja de hacer Estados Unidos para prepararse y responder.