5 efectos del retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre cambio climático
El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, dio este viernes un paso más para abandonar el histórico Acuerdo de París sobre cambio climático.
El Departamento de Estado presentó la primera notificación escrita de su intención de salir del protocolo medioambiental firmado en 2015 por 195 países.
Pero en el documento enviado a Naciones Unidas, el gobierno estadounidense dice que Washington se mantendría en las conversaciones que rodean al pacto.
Trump fue criticado por varios países en junio cuando anunció por primera vez la intención de su país de abandonar el acuerdo.
En ese entonces, dijo que el pacto "castigaba" a Estados Unidos y costaría millones de empleos en ese país.
El anuncio del viernes es visto como simbólico, ya que ningún país que desee salir del acuerdo puede anunciar oficialmente su intención de hacerlo hasta el 4 de noviembre de 2019.
El proceso de abandonarlo toma luego otro año más, lo que significa que no estaría completo hasta semanas después de la elección presidencial de 2020 en Estados Unidos.
Quien sea presidente en ese momento podrá entonces decidir si volver a unirse al pacto.
En caso de que se concrete, ¿qué significaría la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París para el resto del mundo?
El corresponsal de medio ambiente de la BBC, Matt McGrath, analiza los posibles impactos.
1. Dañaría tanto al acuerdo como al mundo
No cabe duda de que la salida del Acuerdo de París impulsada por Trump dificultaría que el resto del mundo alcance las metas que se trazó en el marco del pacto: mantener el alza de la temperatura global por debajo de los 2 ºC.
Estados Unidos contribuye con alrededor del 15% de las emisiones de carbono mundiales, pero también es una fuente significativa de financiamiento y de tecnología en países subdesarrollados que llevan adelante esfuerzos para luchar contra la subida de las temperaturas.
También hay una pregunta sobre liderazgo moral, que Estados Unidos abandonará, y que podría tener consecuencias en otros esfuerzos diplomáticos.
Michael Brune, del grupo ambientalista Sierra Club, dijo que el retiro de EE.UU. es "un error histórico". "Lo verán nuestros nietos con consternación y pensarán en cómo un líder mundial pudo estar tan divorciado de la realidad y la moralidad".
2. La oportunidad de China
La relación clave que lideró la negociación en el Acuerdo de París fue la de Estados Unidos y China.
Barack Obama y Xi Jinping encontraron suficientes puntos en común para construir una llamada "coalición ambiciosa" con islas pequeñas y la Unión Europea.
Pekín ha rápidamente reafirmado su compromiso con el pacto y este sábado publicará un comunicado conjunto con la Unión Europea en el que prometen mayor cooperación para recortar las emisiones de carbono.
"Nadie debería quedarse atrás, pero la Unión Europea y China han decidido ir hacia adelante", dijo el Comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, Miguel Arias Cañete.
También es probable que Canadá y México emerjan como jugadores relevantes de América en los esfuerzos mundiales para contener el aumento de las temperaturas.
Los países que firmaron el Acuerdo de París sobre el cambio climático se comprometieron a:
- Mantener las temperaturas mundiales "bastante por debajo" del nivel de los 2 ºC, por encima de los tiempos preindustriales, y "tratar de limitarlas" aún más, a 1,5 ºC.
- Limitar la cantidad de gases de efecto invernadero emitidos por la actividad humana a niveles que puedan absorber naturalmente los árboles, el suelo y los océanos, comenzando en algún punto entre los años 2050 y 2100.
- Revisar cada cinco años la contribución de cada país a recortar las emisiones de carbono para poder aumentar el compromiso.
- Permitir a los países ricos ayudar a las naciones más pobres con "financiación climática" para adaptarse al cambio climático y cambiar a las energías renovables
3. Los líderes de negocios mundiales estarán decepcionados
Una de las voces más fuertes a favor de la permanencia de Estados Unidos en el Acuerdo de París han sido las corporaciones de ese país.
Líderes de compañías como Google, Apple y cientos de otras, incluida la importante productora de combustibles fósiles Exxon Mobil, han insistido al presidente Trump sobre la necesidad de ceñirse al pacto.
El director ejecutivo de Exxon, Darren Woods, le escribió una carta personal a Trump en la que decía que Estados Unidos está "bien posicionado para competir" con el acuerdo existente y que apegarse a este significa "tener un puesto en la mesa de negociación para asegurar un campo de juego equitativo".
4. Es poco probable que el carbón vuelva a posicionarse
El cambio que hizo Estados Unidos al disminuir su industria de carbón se refleja también en otros países desarrollados.
Reino Unido eliminará el carbón como fuente de generación de electricidad para el año 2025 y el número de empleos en esta industria fósil en EE.UU. supone hoy en día la mitad de los ocupados en energía solar.
Aunque los países en desarrollo puede que sigan dependiendo por décadas del carbón como su principal fuente de energía, el impacto sobre la calidad del aire y la indignación ciudadana sobre la contaminación serán factores limitantes.
El precio competitivo de las energías renovables también está animando a las economías emergentes a utilizar fuentes más verdes.
En las subastas recientes en India, el precio de la energía solar fue un 18% inferior al precio medio de la electricidad generada por las centrales de carbón.
5. Las emisiones de Estados Unidos seguirán cayendo
Pese al anuncio de salida de Trump del acuerdo, la industria del carbón en EE.UU. continuará en caída.
Las proyecciones son que se reducirá tanto como lo había planeado el expresidente Obama. Esto porque la producción de energía de ese país ahora está sostenida más por el gas que por el carbón.
La revolución de la fracturación hidráulica (fracking) ha ocasionado un enorme salto en la producción y una caída importante en el precio del gas natural. Los productores de energía prefieren el gas porque es flexible y se integra mejor con fuentes renovables, cuyo uso también está aumentando rápidamente.