¿Un momento para la historia o una representación de teatro político norcoreano?
Las dudas y expectativas sobre el desmantelamiento de Punggye-ri, el sitio de pruebas nucleares de Corea del Norte, aumentaron de igual manera este martes, a medida que llega a Pyongyang un selecto grupo de periodistas internacionales invitados a cubrir el suceso.
Y es que, de forma sorprendente, el gobierno de Kim Jong-un anunció el pasado 20 de abril que había "completado la nuclearización de su armamento" y que, con el objetivo de garantizar el final de sus trabajos en ese sentido, "desecharía" el enclave donde realizó antes sus seis ensayos atómicos.
Se trata de un grupo de instalaciones situado en un terreno montañoso en el noreste del país, que es considerado la principal infraestructura nuclear de esta nación y el único centro de pruebas atómicas activo en todo el mundo.
Desde hace días, expertos en el tema de Corea del Norte señalaron que las imágenes satelitales de Punggye-ri mostraban una actividad inusual que consideraron como una muestra de los preparativos para el desmantelamiento.
Ahora, las autoridades norcoreanas invitaron por sopresa a reporteros internacionales para cubrir estas operaciones, que fueron anunciadas como preámbulo del encuentro entre Donald Trump y Kim.
Pero el futuro de la cumbre se mantiene incierto: el gobierno de Kim suspendió las conversaciones con Corea del Sur en protesta por unos ejercicios militares que realizó con Estados Unidos y dejó en vilo también la posibilidad de la cita con Trump.
Este martes, el mismo día que los periodistas volaban a Pyongyang, el presidente de Estados Unidos dejó entrever también que la cumbre podría posponerse.
"Puede que no salga adelante lo del 12 de junio", dijo referencia al encuentro tras recibir en la Casa Blanca al presidente surcoreano, Moon Jae-in, que viajó a Washington para conversar sobre la cumbre.
Mientras, desde la capital norcoreana, los reporteros se cuestionaban si finalmente se cumpliría con el objetivo del viaje, que ha planteado reticencias y cuestionamientos desde un inicio.
Pero ¿por qué? Aquí te contamos algunas dudas que deja la invitación a los periodistas para el desmantelamiento de Punggye-ri.
1. ¿Quiénes fueron invitados?
Corea del Norte solo permitió la entrada de un pequeño grupo de periodista de China, Estados Unidos, Reino Unido y Rusia.
Finalmente, canceló la invitación de ocho reporteros surcoreanos inicialmente convocados, bajo el argumento de que las conversaciones con Seúl estaban interrumpidas.
Sin embargo, el gobierno de Kim no permitió la entrada de ningún observador ni experto internacional.
Ni especialistas en energía atómica o armamentos de ninguna organización ni expertos independientes podrán ser testigos de las operaciones, lo que ha levantado sospechas del tipo de desmantelamiento que Corea del Norte pretende realizar.
2. ¿Qué acceso tendrán?
Corea del Norte advirtió desde el inicio que los medios invitados podrían filmar la actividad únicamente desde la distancia, sin posibilidad de tener acceso real a las instalaciones.
Las incertidumbres también se acrecentaron después de que varios de los medios invitados informaran que todavía no se sabe si sus reporteros podrán llegar finalmente a las cercanías del sitio de pruebas.
Corea del Norte había anunciado que las operaciones se iniciarían entre el miércoles y el viernes.
Pero hasta el martes en la noche, los periodistas no sabían si finalmente llegarían a Punggye-ri, pues las autoridades les notificaron que el viaje hacia a la zona no podría realizarse por condiciones climáticas adversas.
3. ¿En qué estado está Punggye-ri?
Pero el estado de las instalaciones de Punggye-ri también es motivo de debate y el hecho de que los periodistas no puedan dar testimonio de lo que hay en su interior también deja preguntas abiertas.
Algunos expertos argumentan que el sitio ya se había vuelto parcialmente inutilizable de todas maneras, por el daño tras las seis pruebas nucleares que han tenido lugar allí desde 2006, la última de ellas en septiembre pasado.
En opinión de estos especialistas, parte de las instalaciones colapsaron tras la prueba del pasado septiembre. Los temblores reportados después podrían sugerir la inestabilidad de la montaña y el peligro de mantener allí esas instalaciones.
A partir de imágenes satelitales, otros expertos aseguran que el sitio todavía estaba en funcionamiento hasta hace solo unos meses, y el propio Kim dijo que solo se habían reportados fallos en uno de los túneles de prueba.
Pero más allá de que Punggye-ri sea utilizable o no, otro grupo de especialistas asegura que su demolición no implica que Corea del Norte suspenda necesariamente sus pruebas nucleares.
4. ¿Cómo de importante es el desmantelamiento de Punggye-ri?
El gobierno de Kim anunció el desmantelamiento de su único sitio conocido de pruebas nucleares como una prueba de su voluntad de concluir con sus pruebas atómicas.
El hecho de que la llegada de los periodistas coincida con la cumbre entre Trump y Moon también es visto por los especialistas como un mensaje intencionado.
Sin embargo, muchos consideran que la importancia real del desmantelamiento de estas instalaciones podría ser puramente simbólica.
Especialistas del Centro de Estudios de No Proliferación James Martin de California han señalado que Corea del Norte podría construir un nuevo sitio con estos fines si decide que necesita más pruebas, o podría desmantelar de manera reversible los túneles de Punggye-ri.
Como los periodistas no tendrán acceso, no podrán ver qué sucede realmente en las instalaciones.
El desmantelamiento del sitio de pruebas nucleares no significa tampoco el fin del programa atómico norcoreano.
De hecho, el propio Kim aseguró que el arsenal nuclear era y es "la más firme garantía de que nuestros descendientes podrán disfrutar de una vida lo más digna y feliz posible".
Pyongyang se reserva asimismo el derecho de usarla en caso de "amenazas o provocaciones nucleares" contra el país.
5. ¿Es la primera vez que Corea del Norte hace algo así?
No, con anterioridad el gobierno de Corea del Norte anunció que tomaría medidas para detener sus pruebas atómicas.
En 2008, medios internacionales e incluso funcionarios del Departamento de Estado de EE.UU. y observadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica fueron invitados a la destrucción una torre de enfriamiento de agua en una de las instalaciones que usaba Corea del Norte para enriquecer plutonio.
Pyongyang presentó entonces la destrucción de esta planta de Yongbyon como un símbolo del final de su programa nuclear.
En 1999, Corea del Norte se sometió también a una moratoria de prueba de misiles, que finalmente rompió en 2006, pocos años después del colapso del "Marco Acordado" de 1994, un tratado con el gobierno de Clinton para deshacerse de un reactor nuclear.