Un barco en el que viajaban más de 600 inmigrantes naufragó este miércoles frente a las costas de Libia. De acuerdo con Federico Fossi, portavoz en Italia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 250 personas fueron rescatadas y 16 se han encontrado muertas, según un primer balance.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estimó el martes que más de 2.000 inmigrantes han muerto ya este año en el Mediterráneo, tratando de llegar a Europa. Este naufragio podría ser el más grave desde el que costó en abril la vida de 800 personas.
La embarcación lanzó una llamada de auxilio a unas 15 millas náuticas de las costas libias, que fue captada por los guardacostas de Sicilia. Dos buques - el "Dignity 1", de Médicos Sin Fronteras, y el "Lé Niamh" de la marina irlandesa - fueron enviado de inmediato, según señaló la agencia France Presse.
El navío irlandés, que llegó primero, lanzó al agua dos barcos para acercarse a la embarcación sobrecargada, pero esta última se volcó. Por lo general estos barcos están tan sobrecargados que basta con que un pequeño número de pasajeros se ponga de pie para que vuelquen, explicó un portavoz de la guardia costera.
Según Fossi, el mar estaba muy tranquilo, pero el barco se hundió rápido porque estaba hecho de metal, y es probable que muchos inmigrantes se hayan quedado atrapados dentro.
Familias a bordo
Nawal Sufi, una activista italiana que recibe a menudo llamadas de inmigrantes en apuros, dijo a France Presse que recibió el miércoles por la mañana la llamada de auxilio. Sufi afirma haber recibido la llamada a las 9.00 de alguien a bordo que dijo que el barco de pesca, en el que iban hombres, mujeres y niños, estaba en problemas debido a que la sala de máquinas se inundó.
Según los guardacostas se trataría de la misma embarcación. No hay información por el momento de dónde podrían ser enviados estos inmigrantes. Cuando el drama de abril, los cuerpos de los inmigrantes fueron enviados a Malta y los sobrevivientes a Sicilia, casi 48 horas después del naufragio.
Pese al importante refuerzo de la operación europea Tritón, las condiciones en las que los migrantes intentan cruzar el Mediterráneo hacen que cada intento sea muy peligroso. Frente a este flujo masivo, el presidente de la Comisión europea Jean-Claude Juncker dijo estar "decepcionado" de las dificultades que existen para que los países de la UE acepten el principio de solidaridad entre gobiernos, señala France Presse.
"No hay una buena política sobre este tema. Debemos tratar de construir puentes entre las ideas nobles y la realidad de las diferentes situaciones políticas en los Estados miembros", admitió, al mismo tiempo que llamó a "no dejarse cegar por las ideas populistas". Así lo informó esta semana Itayi Virri, portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en Ginebra.
