Durante su visita a Bagdad, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aprovechó para hacer un llamado a “la reconciliación nacional” para vencer al Estado Islámico, que tiene bajo su control amplios territorios del país. Ban dijo este sábado (26.03.2016) que el EI “ha explotado sin piedad las divisiones” entre los distintos componentes religiosos y étnicos de la sociedad iraquí, por lo que se torna imperioso superar las diferencias para hacer frente al yihadismo.
El dirigente dijo en una rueda de prensa que era necesario que los políticos, la sociedad civil y los líderes tribales aunaran esfuerzos “por la paz y la prosperidad”, y destacó los avances logrados por el Ejército en su lucha contra los radicales, especialmente en el norte del país. Un discurso similar dio ante el Parlamento, donde subrayó que el grupo terrorista “no será derrotado solo por medios militares”, sino abordando las “raíces” del problema.
Entre ellas se encuentra la marginación que sufrió la minoría sunita del país, que fue dejada de lado durante el gobierno chiita instalado tras la invasión de Estados Unidos en el 2003, lo que llevó a algunos de sus miembros a sumarse a las tropas del Estado Islámico. Con respecto a las acciones armadas contra el grupo radical, Ban instó a que estas se realicen con “respeto a los derechos humanos y la ley internacional”, sin caer en actos de venganza.
Tareas de reconstrucción
Ban, que se entrevistó con el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, y el presidente del Parlamento, Selim Yaburi, también se refirió a las reformas económicas y políticas que necesita el país. Solicitó el respaldo del Ejecutivo y el Legislativo a las reformas de Al Abadi y, a los políticos, que dejen de lado “el nepotismo” y la corrupción. El premier Al Abadi se ha comprometido a remodelar el gabinete para que esté formado por tecnócratas y alejado de las influencias de los distintos grupos políticos.
En su comparecencia, el político surcoreano aludió asimismo a la restauración de la seguridad y la reconstrucción de las zonas arrebatadas al EI, una tarea a la que se comprometieron los presidentes del Banco Mundial (BM), Jim Yong Kim, y del Banco Islámico de Desarrollo (BID), Ahmad Mohamad Ali, que acompañan al secretario general en su viaje. Ban viajó también a Erbil, capital del Kurdistán iraquí, para reunirse con las autoridades locales.