AFP
Una ballena que sorprendió el lunes a habitantes y turistas nadando en uno de los canales de Puerto Madero, muy cerca del centro de Buenos Aires, se encontraba este martes en la boca del Rio de la Plata bien encaminada a mar abierto, indicaron fuentes del operativo especial.
"En este momento está en la salida del Puerto de Buenos Aires, desconocemos su estado de salud, pero está en la zona correcta para que se enfile en el canal de acceso al rio, salga de la zona restringida", explicó a la AFP Walter Melo, jefe de prensa de la Prefectura de Buenos Aires (policía fronteriza) que desde el lunes participa en las labores de rescate del cetáceo.
Los funcionarios de la prefectura han sido guiados por expertos en estos animales de la Fundación Cethus y de la Secretaría de Medio Ambiente de Argentina.
El animal pudo ser visto por cientos de turistas mientras se movilizaba cerca de un grupo de veleros amarrados en una zona céntrica de Puerto Madero, el barrio más joven y destino obligado de visitantes y vecinos de la capital argentina.
"Es una Minke, una de las ballenas mas pequeñas, las mismas que cazan los japoneses", dijo la víspera a la AFP Diego Taboada, presidente del Instituto de Conservación de Ballenas de Argentina.
El cuerpo del animal aparecía sobre el agua y dejaba ver su clásico chorro, ante la sorpresa de centenares de curiosos que se movían sobre el muelle siguiendo su desplazamiento.
"Se trata de una ballena con un problema vital importante. Desde el momento que ingresó en el Río de La Plata tiene problemas, porque son animales de agua salada", apuntó el experto.
Es un ejemplar de 8 o 9 metros y su especie no tiene, como la ballena franca, hábitos reproductivos en las costas.
Los responsables del operativo indicaron las dificultades de llevar a la ballena a aguas abiertas, por ello la dejaron tranquila al anochecer esperando que la crecida en el Rio de la Plata contribuyera a que se desplazara con más soltura por el angosto canal turístico en el que se encontraba.
Sin embargo las autoridades la perdieron de vista el martes temprano y volvieron a avistarla cuando estaba en la boca del rio.
El Delta del Río de La Plata es el más grande del mundo, lo que significa que el animal tiene que recorrer al menos unos 60 kilómetros hasta aproximarse al océano.
"No hay forma de salvarla. Va a varar en algún momento y va a aparecer muerta", advirtió Taboada el lunes, valiéndose de la experiencia de otros casos que sucedieron en el puerto de Buenos Aires.