Autor de tiroteo en club gay de EEUU enfrenta cargos de asesinato y posibles delitos de odio
El hombre de 22 años que abrió fuego el fin de semana en un club gay en Colorado Springs, oeste de Estados Unidos, dejando cinco muertos y una veintena de heridos, podría enfrentar cargos por asesinato y crímenes de odio, dijeron el lunes las autoridades.
Anderson Lee Aldrich, quien fue sometido por asistentes al Club Q el sábado por la noche luego de disparar a la multitud con un rifle de asalto, actualmente se encuentra detenido en un hospital a la espera de cargos formales, dijo el jefe de policía Adrián Vásquez.
El fiscal del distrito del condado de El Paso, Michael Allen, dijo que espera que el tirador se presente a un tribunal en los próximos días.
Lee Aldrich enfrentaría cargos de asesinato en primer grado y "si hay pruebas de delitos motivados por prejuicios, también se lo inculpará por esto", añadió Allen.
John Suthers, el alcalde de Colorado Springs, elogió a dos héroes que ayudaron a detener al atacante luego de que este entrara al club y abriera fuego.
"Creo que, en opinión de todos los involucrados, (ellos) salvaron muchas vidas", dijo Suthers.
El alcalde habló con uno de estos hombres, Richard Fierro, un veterano con 15 años en el ejército de Estados Unidos.
"Nunca había encontrado a alguien que se involucrara en acciones tan heroicas que fuera tan humilde al respecto", añadió Suthers. "Simplemente me dijo: 'Estaba tratando de proteger a mi familia'", explicó.
Fierro estaba con su esposa, su hija y amigos en el bar cuando empezó el tiroteo, según la entrevista que dio al periódico The New York Times.
El veterano de 45 años, que sirvió en Irak y Afganistán, dijo haber derribado al tirador agarrando un asa de su chaleco antibalas, tomó su arma y lo golpeó con ella.
"No sé exactamente lo que hice, solo entré en 'modo de combate'", dijo Fierro. "Solo sé que tenía que matar al tipo antes que él a nosotros".
"Le quité el arma de la mano y empecé a golpearlo en la cabeza, una y otra vez", explicó el veterano al periódico.
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"Retórica vil"
La policía de Colorado Springs dijo que cinco personas murieron y 18 resultaron heridas, 17 con heridas de bala. Otra víctima se encontraba sin "lesiones visibles", según un comunicado oficial.
El ataque fue el más mortífero contra la comunidad LGBTQ en Estados Unidos desde un tiroteo masivo en 2016 en un club nocturno en Orlando, Florida, que se cobró 49 vidas.
GLAAD, una organización de defensa de la comunidad LGBTQ, señaló que el tiroteo en el Club Q se produjo en vísperas del Día de la Memoria Transgénero, celebrado internacionalmente el 20 de noviembre para honrar a las víctimas de ataques transfóbicos, y en medio de un aumento de la hostilidad contra ese grupo en Estados Unidos.
"Puedes dibujar una línea recta desde la falsa y vil retórica sobre las personas LGBTQ difundida por extremistas y amplificada en las redes sociales, hasta los cerca de 300 proyectos de ley anti-LGBTQ presentados este año, hasta docenas de ataques como este a nuestra comunidad" señaló en un comunicado la presidenta de GLAAD, Sarah Kate Ellis.
Brianna Titone, una legisladora estatal de Colorado abiertamente transgénero, también señaló la retórica anti-LGBTQ.
"Cuando políticos y autoridades siguen perpetuando (...) insultos y desinformación sobre la comunidad trans y LGBTQ+, este es el resultado", tuiteó.
Los derechos de las personas transgénero fueron un tema candente en Estados Unidos antes de las elecciones de mitad de mandato del 8 de noviembre, y los republicanos presentaron una serie de propuestas legislativas para restringirlos.
"Acto malvado"
El jefe de policía condenó lo que llamó un "acto malvado" y se comprometió a hacer todo lo posible para que la comunidad de Colorado Springs se sintiera segura nuevamente.
El cantinero Michael Anderson elogió a los clientes que dominaron al pistolero. "Había gente muy valiente golpeándolo y pateándolo, impidiendo que causara más daño", dijo. "Me salvaron la vida".
Por su parte, el presidente Joe Biden condenó el ataque y habló el lunes con el gobernador de Colorado, Jared Polis, que en 2018 se convirtió en el primer gobernador abiertamente gay en ser elegido para el cargo.
"Debemos eliminar las desigualdades que contribuyen a la violencia contra las personas LGBTQI+. No podemos ni debemos tolerar el odio", dijo.
La noche del lunes se reunieron cientos de personas en un parque de Colorado Springs para una vigilia a la luz de las velas en homenaje las víctimas.
Los oradores destacaron la resiliencia de la comunidad LGBTQ e insistieron en que no se dejaría amedrentar por la horrible violencia del sábado por la noche.