Australia rechazó las reivindicaciones territoriales y marítimas de Pekín en el sur del mar de China, en una declaración formal a Naciones Unidas, alineándose claramente con la posición de Estados Unidos en un contexto de escalada de tensiones entre los dos gigantes.
En un comunicado, Australia declaró que no hay "base legal" para las diversas reivindicaciones marítimas de China, incluyendo las relacionadas con la construcción de islotes artificiales.
"Australia rechaza las reivindicaciones de China en base a 'derechos históricos' o a 'derechos e intereses marítimos' (...) en el sur del mar de China", indica la declaración.
Esta declaración se produce después de que el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, declarara ilegales las pretensiones de China en esa zona, apoyando explícitamente las reivindicaciones marítimas contra China de varios países del sudeste asiático.
Todo ello se produce en un contexto de crecientes tensiones entre China y Estados Unidos en varios frentes, como el de la diplomacia, el comercio, la gestión de la crisis del coronavirus por parte de China y una nueva ley de seguridad para Hong Kong.