Mientras Cuba intenta frenar la expansión del coronavirus en la isla, con 726 casos, se alzan las voces para exigir el levantamiento del embargo estadounidense porque, aunque no prohíbe la compra de productos médicos, sí complica mucho su envío.
"El bloqueo es aún más cruel y genocida de lo que normalmente es (...) cuando no estamos con una epidemia", denunció el viernes Néstor Marimón, director de relaciones internacionales del Ministerio de Salud.
Según el gobierno socialista, un envío reciente de máscaras, kits de prueba y respiradores ofrecidos por el fundador del grupo chino Alibaba no pudo llegar a Cuba, ya que el transportista estadounidense temía las sanciones de Washington.
Establecidas en 1962, "las sanciones de EEUU a Cuba están diseñadas para negarle recursos al régimen de Castro", ha dicho el subsecretario interino de Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Michael Kozak.
Esos recursos "se usan para controlar y abusar de los derechos del pueblo cubano e interferir en los países de la región", como Venezuela, aseguró.
En, 1992, en plena crisis económica en Cuba tras la caída del bloque soviético, se dicta en Estados Unidos una ley que estipula que el embargo se mantendrá hasta que haya un cambio de régimen en la isla. Aunque se permite el envío de medicamentos a la isla, siempre y cuando sean en beneficio de la población.
La llamada "ley para la democracia cubana permite la exportación (desde Estados Unidos) de artículos para la salud: equipos e instrumentos médicos, suministros médicos y farmacéuticos", explica a la AFP el presidente del Consejo Comercial y Económico Americano-Cubano, John Kavulich.
Cita exportaciones por 1,1 millones de dólares en 2019; 3,5 millones en 2018; 5,7 millones en 2017. Entre los productos enviados están penicilina, insulina, instrumentos de cirugía dental y dispositivos de ultrasonido.
Pero las cosas no son tan simples. El envío de medicamentos y equipos médicos desde otros países se complican por temor a represalias.
"Miedo a las sanciones"
La ONG suiza MediCuba, que apoya el tratamiento cubano del VIH y los proyectos de control del cáncer, sabe del tema.
Hace unos meses, su banco, Postfinance, se negó a enviar sus fondos a Cuba, diciendo que temía las sanciones estadounidenses, reforzadas con la llegada de Donald Trump.
Desde mayo de 2019, el Título III de la Ley Helms-Burton ha amenazado con enjuiciar a cualquiera que haga negocios, directa o indirectamente, con propiedades nacionalizadas durante la revolución de 1959, una definición vaga que amenaza a los socios extranjeros de Cuba.
Si MediCuba finalmente obtuvo "una exención" de su banco, "el endurecimiento del bloqueo por parte del gobierno estadounidense ha planteado (y aún nos plantea) dificultades en la gestión de los proyectos que apoyamos", dice Luisa Sánchez, coordinadora de la ONG.
El banco de los proveedores a veces no acepta los pagos, mientras que una nueva regulación prohíbe exportar a Cuba cualquier insumo que contenga al menos un 10% de los componentes de origen estadounidense.
Ante el coronavirus, MediCuba lanzó una campaña de recaudación de fondos para apoyar a Cuba, porque "el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí nos pidió ayuda de emergencia para adquirir equipos de diagnóstico y protección para el personal médico".
Jérôme Fauré, director de Oxfam en Cuba, confirma: "El acceso a productos esenciales (higiene, protección del personal de salud), reactivos para la detección, se hace más difícil debido a el embargo".
Embargo interno
En una isla afectada por la escasez recurrente de alimentos y medicinas, Oxfam y otras ocho organizaciones favorables a la apertura a Cuba piden que se levante el embargo.
Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, también reclamó que se alivien o suspendan las sanciones. Esto no debería impedir la llegada de ayuda humanitaria, dijo el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Interrogado por la AFP, un portavoz del Departamento de Estado dijo que "durante décadas el régimen cubano ha manejado mal la economía del país", por lo tanto "solo (el gobierno) es responsable de la actual escasez de equipos médicos".
Es una forma de responsabilizar al "embargo interno", una frase utilizada por los cubanos y el propio presidente Miguel Díaz-Canel para denotar una burocracia excesiva, baja producción local y corrupción que impiden una distribución eficiente de productos en la isla.
"No hay duda de que la política económica de Cuba es la principal culpable de la precaria situación económica, con una crisis humanitaria en perspectiva", considera Michael Shifter, presidente del grupo de expertos estadounidense Diálogo Interamericano.
"Pero también es cierto que las severas sanciones estadounidenses empeoran las cosas" y "todo esto probablemente complicará la lucha de Cuba contra el coronavirus".