Dos personas que resultaron heridas por la erupción el lunes del volcán Whakaari, en el noreste de Nueva Zelanda, perecieron anoche en el hospital, informaron este jueves las autoridades que cifran en al menos 16 las víctimas mortales.
Hasta el momento, la policía ha confirmado la muerte de ocho personas a la que se suman las nulas posibilidades de supervivencia de otros ocho turistas que permanecen sin localizar, un número que podría aumentar ya que hay una veintena de heridos, la mayoría en condición grave.
Las dos últimas víctimas mortales son dos hermanos australianos, de 13 y 16 años. La policía neozelandesa publicó la víspera los nombres y nacionalidades de nueve personas (siete australianas y dos neozelandeses), que pertenecen a los otros seis fallecidos y a tres de las ocho personas que se encuentran desaparecidas en la isla.
Más heridos graves
El primer ministro de Australia, Scott Morrison, indicó en rueda de prensa que han iniciado el traslado de cinco heridos australianos y adelantó que esperan otras siete evacuaciones en las próximas 24 horas.
Las autoridades neozelandesas aún no han podido retornar a la isla al considerar que las condiciones son inseguras dado que GeoNet, el ente que vigila los movimientos telúricos y la actividad volcánica en Nueva Zelanda, estima que existe una posibilidad de que se produzca una erupción volcánica.
"La prioridad número uno es sacar a las víctimas de la isla, pero tenemos que evaluar los riesgos", declaró ante los medios el ministro de la Policía, Stuart Nash.
Por su parte, GeoNet señaló que "anoche, el movimiento volcánico aumentó a niveles muy altos", en un comunicado publicado esta mañana en referencia a la actividad del Whakaari, cuyo nivel de alerta continúa fijado en 2 en una escala de 5.