AFP
Al menos 150 personas murieron el jueves en la explosión de un camión cisterna accidentado, cuando trataban de recuperar su cargamento de carburante, en una localidad situada a 300 kilómetros al oeste de la capital de Sudán del Sur, Juba, informaron las autoridades locales el viernes.
Un primer balance facilitado en las horas posteriores a la catástrofe daba cuenta de 85 fallecidos y más de 100 heridos pero un responsable de la administración local entrevistado por la radio Eye, John Ezkia, indicó el viernes que numerosos heridos habían sucumbido a las quemaduras y que el balance ascendía a, al menos, 150 muertos.
Sin embargo, el director del gobierno local de Maridi, John Saki, dijo al diario sursudanés Gurtong que el balance podría alcanzar los 176 fallecidos.
Los médicos describieron la dificultad con la que tuvieron que tratar las graves heridas a causa de los escasos útiles con que contaban, incluyendo la escasez de analgésicos.
Sai dijo que alrededor de mil personas se precipitaron hacia el camión cisterna para recoger carburante cuando éste se accidentó, muchos de ellos procedentes de una escuela cercana.
"Entonces se produjo una explosión que provocó 55 muertos en un primer momento, ahora esto ha aumentado hasta las 176 personas, muchos otros están en condiciones críticas en el hospital de Maridi", declaró Saki al diario Gurtong.
Las personas que fueron a visitar a los heridos describieron escenas horrorosas en el hospital de Maridi.
"Algunas personas tienen las piernas completamente quemadas, otros, las manos; algunos, todo el cuerpo, la espalda", dijo un testigo a la radio Tamazuj.
Las fugas de combustible y los accidentes de camiones cisterna a menudo atraen a grandes multitudes deseosas de recuperar un poco de carburante, lo que acaba resultando en numerosas muertes.
"La gente simplemente está muriendo", declaró un testigo a la misma emisora. "Hay mucha gente y no hay suficientes medicamentos para todos".
Sudán del Sur vive una crisis económica agravada por más de 21 meses de guerra civil, que ha causado una inflación galopante y el aumento del precio de los productos básicos, incluyendo la comida y el carburante.
La violencia ha dejado decenas de miles de muertos y ha empobrecido al país, dividido por conflictos étnicos.