Ataque en Estambul empaña celebraciones de Año Nuevo en el mundo
AFP/T13
El ataque en una conocida discoteca de Estambul, en el que murieron cerca de 40 personas, empañó las celebraciones de Año Nuevo y revivió el miedo de atentados terroristas contra los que se prepararon decenas de ciudades en todo el mundo.
El pánico y la confusión se desataron en el club Reina, donde había entre 700 y 800 personas, de las cuales una setentena resultó herida. Algunas personas se lanzaron al Bósforo para escapar de las balas.
Sidney dio el pistoletazo de salida a las fiestas para recibir el 2017, que este año destacaron por el refuerzo de las medidas de seguridad.
En torno a 1,5 millones de personas se concentraron en las inmediaciones del puente de la bahía de la ciudad más grande Australia para admirar los espectaculares fuegos artificiales.
Miles de personas también disfrutaron del espectáculo pirotécnico en el puerto de Hong Kong, mientras que Japón comenzó el año lanzando globos.
Moscú tomó el testigo de las celebraciones en Europa tiñendo de rojo el cielo de la Plaza Roja por el amplio despliegue de fuegos artificiales.
Los famosos Campos Elíseos de París acogieron a medio millón de personas, que despidieron el 2016 a través de un contador proyectado en el Arco de Triunfo que marcó la cuenta atrás y dio la bienvenida al 2017 en una decena de idiomas.
Rio de Janeiro y su emblemática playa de Copacaba, una de las tradicionales postales de Año Nuevo en el continente americano, despidieron el 2016 con el dulce recuerdo de haber vivido unos Juegos Olímpicos históricos.
Vigilados por unos 2.000 policías militares, alrededor de dos millones de personas siguieron en primera línea de mar los impresionantes fuegos artificiales, más cortos que de costumbre por su grave crisis económica.
Nueva York se convirtió en el epicentro de las celebraciones estadounidenses, donde alrededor de un millón de personas --muchas extranjeras-- comenzaron el año en Times Square abrazándose bajo una lluvia de confetis y fotografiando los fuegos artificiales.
El alcalde Bill de Blasio ejerció de maestro de ceremonias, mientras que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, fue el encargado de presionar el botón que inició el descenso de la mítica bola de cristal.
En Los Angeles, decenas de miles de personas se congregaron en el Grand Park en una velada musical que mezcló ritmos latinos, hip-hop y disco, acompañada de un espectáculo de luces en 3D.
Año sangriento
Las alegres y coloridas celebraciones pusieron el broche final a un año especialmente sangriento, violento y dramático, con la guerra en Siria, la crisis migratoria en Europa y numerosos atentados en todo el mundo.
Los deseos de paz seguían escuchándose en Colombia, tras el acuerdo firmado por las autoridades y la guerrilla de las FARC para poner fin a más de 52 años de confrontación armada.
En Vegaez, en plena selva tropical en el noroeste de Colombia, Johana Martínez y Fabio Griñón, dos guerrilleros de las FARC, se congraciaron por ver a su hijo de doce años. "Estamos felices de tenerlo a nuestro lado. Que se dé cuenta de que todavía tiene a sus padres y que están vivos y que podemos compartir con él".
El año 2016 se destacó por los terremotos políticos, con eventos chocantes como el referéndum a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea o victorias electorales de candidatos controvertidos, desde Estados Unidos a Filipinas.
También será recordado el 2016 por la cantidad de celebridades que fallecieron como David Bowie, Prince, George Michael, Mohamed Alí o Carrie Fisher.
Tragedia en Irak
Además del atentado en Estambul, al menos 27 personas murieron en Bagdad en un doble atentado suicida en un mercado, reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).
Fadhel al Araji, un joven iraquí de 21 años del barrio de Sadr City, llevaba su cerveza en el asiento trasero del coche.
"Hoy toca divertirse. Todo el mundo puede hacer lo que quiera y a nadie le importa. Necesitamos una noche así, Irak lo necesita", explicó desde el volante de su maltratado Toyota.
En la devastada ciudad siria de Alepo, Abdel Wahab Qabani, estudiante de 20 años, también estaba determinado a comenzar 2017 desde una óptica positiva. "Los últimos dos años no salí por Año Nuevo. Esta vez, me voy de fiesta", aseguró.
En otras ciudades del mundo árabe como la emiratí Dubái, el espectáculo pirotécnico desde el rascacielos más alto del mundo, Burj Khalifa, complació a todos. El Año Nuevo se celebró sin incidentes, a diferencia del año pasado, cuando un incendio devoró el edificio adyacente.
Bloques de cemento
Desde París, Orlando, Bruselas o Uagadugú, la lista de urbes golpeadas por ataques yihadistas fue muy larga en 2016 y por ello, las medidas de seguridad se extremaban en todos los países.
Las autoridades nacionales temían en especial la posibilidad de un ataque mediante vehículos contra la multitud como en Niza (86 muertos el 14 de julio) y Berlín (12 muertos el 19 de diciembre), donde los atacantes utilizaron camiones.
Alemania extremó las precauciones colocando bloques de hormigón y vehículos blindados cerca de la Puerta de Brandeburgo y multiplicando por 10 el número de agentes en Colonia.
En Nueva York, 165 vehículos "bloqueadores" -como camiones de la limpieza- fueron instalados en "lugares estratégicos", principalmente en las inmediaciones de Times Square, donde alrededor de un millón de personas asistió a la tradicional caída de la bola que anunció el cambio de año.
Un segundo más
Los dispositivos de seguridad también se reforzaron en Roma, y especialmente en torno a la basílica de San Pedro, donde el papa Francisco habló en el tradicional Te Deum para dedicarlo a la juventud, con la que la sociedad tiene una "deuda", según el pontífice.
En Madrid, 800 agentes de seguridad fueron desplegados en la Puerta del Sol, donde unos 25.000 privilegiados recibieron el año comiendo uvas al compás de las doce campanadas de medianoche.
En Francia casi 100.000 policías, gendarmes y militares fueron movilizados, mientras que en Nueva York unos 7.000 agentes se encargaron de la seguridad.
Al terminar el año, los juerguistas del mundo entero dispusieron de un segundo más para disfrutar de esta noche especial.
El minuto que va de las 23H59 a las 00H00 UTC/GMT duró un segundo más, 61, por el añadido de un "segundo intercalar" para sincronizar el tiempo astronómico de rotación de la Tierra con la escala de tiempo atómica, mucho más precisa.