El atacante detenido cuando quiso entrar con violencia al Museo Louvre, es un egipcio que entró a Francia con un visa de turista el 26 de enero y compró en París los dos machetes con los que agredió a los soldados.
Según el fiscal de la capital francesa, François Molins, se trata de Abdullah Reda Refael Al-Hamamy, nacido al norte de El Cairo. Este egipcio, de 29 años, poseía permiso de residencia en Emiratos Árabes Unidos, desde donde viajó por vía aérea a París y tenía previsto vuelo de regreso para este domingo 5 de febrero.
El hombre alquiló un apartamento en el exclusivo distrito VIII de la capital, que hoy fue registrado por las fuerzas de orden francesas, y también un coche, que ha sido encontrado. Dos días después de llegar a Francia, compró esos dos machetes militares, de 40 centímetros cada uno, en efectivo y por 680 euros en una tienda próxima a la parisina plaza de la Bastilla.
Egipcio había visitado también Turquía
En el registro la vivienda, según Molins, se encontraron las fundas de los dos machetes, su pasaporte egipcio, con visado para Arabia Saudí y Turquía, fechados en 2015 y 2016, el permiso de residencia en Emiratos, ropa "para una semana", un ipad, una batería autónoma de teléfono móvil (celular) y casi 1.000 euros en efectivo.
La investigación abierta por la Fiscalía por los cargos de tentativas agravadas de asesinatos en relación con el terrorismo y asociación terrorista criminal busca en Francia "y en el extranjero" para determinar su recorrido y "ver si actuó solo o siguiendo instrucciones", señaló el fiscal.
El ataque se produjo a las 09.50 hora local (08.50 GMT) contra una patrulla de cuatro miembros de la operación antiterrorista Sentinelle del Ejército francés, desplegada tras la oleada de atentados que sufrió el país en los últimos años.
El hombre se abalanzó contra uno de ellos, al que hirió levemente en la cabeza, y después contra otro, al que tiró al suelo y que se defendió a patadas cuando intentaba apuñalarle. Fue este segundo quien le disparó varias veces, empezando por el bajo vientre, tal y como indica el reglamento, señaló el fiscal.
Le hirió de gravedad y el agresor se encuentra ingresado y "entre la vida y la muerte", puntualizó. La actuación de los militares, según Molins, puso fin a una "acción terrorista". "No puedo decir más", señaló el fiscal, quien precisó que el sospechoso no estaba fichado por los servicios del orden y que en la mochila no llevaba explosivos, pero sí dos "sprays" de pintura.