Mientras buena parte de la oposición decide marginarse de las elecciones presidenciales en Venezuela del 22 de abril, un conocido pastor evangélico tomó la opción contraria: enfrentarse en las urnas a Nicolás Maduro, quien buscará la reelección.
Y es que Javier Bertucci, de 48 años, anunció este domingo su candidatura en un acto religioso en la ciudad de Valencia, al norte de ese país. Con tono mesiánico, el hasta ahora único contendor del presidente Maduro dijo que asumía su liderazgo "junto al clamor de mucha gente desesperanzada" y "adelante del señor".
De esta manera, el religioso nacido en Guanare (noroeste) el 16 de noviembre de 1969 y muy activo en las redes sociales, surge como el primer contrincante de Maduro. Un hombre que decidió apartar, de momento, sus responsabilidades de carácter religioso para avanzar por rumbos desconocidos. Sin embargo, su iniciativa, advirtió, no es política sino "espiritual y "de obediencia a Dios".
Con el lema "El evangelio cambia", Bertucci dirige un movimiento de voluntarios en la iglesia cristiana Maranatha, con quienes realiza numerosas actividades sociales, entre otras repartir comidas en las zonas más empobrecidas del país o celebrar una "Navidad alegre".
En su web, él evidencia su inclinación por los niños, a quienes llama "el futuro" de Venezuela, y por las personas mayores.
Pocos se atreven a negar el fuerte sentido social y el permanente contacto con los más necesitados de este candidato que fue criado por sus abuelos, personas humildes de quienes heredó el aprecio por el trabajo de la tierra.
Javier Bertucci manifestó que su objetivo es "implantar los valores cristianos" en Venezuela y "poner a Jesús en la nación". Tanto así, que prometió que cada domingo todos escucharán en cadena de radio y televisión mensajes de esperanza que, a su juicio, han cambiado a la iglesia y que hará lo mismo con millones de personas en su país.
"Quiero poner en esta nación a Jesús y esto nunca lo voy a negar porque sé que Jesús dignifica (...) 93% de los venezolanos son de tendencia cristiana pero no todos son devocionales (quiero) hacerlos devocionales, para poder entonces implantar los valores cristianos", afirmó en un discurso cargado de citas bíblicas.
Pero no todo es prédica religiosa. Él tiene una faceta empresarial menos conocida. De hecho, el pastor es presidente de la Constructora Bertucci y posee un 91% de sus acciones, según Poderopedia.
Además, fue representante de empresas petroleras y director de otra en Florida, EE.UU., importadora de equipos de diálisis a Venezuela, como constata El Espectador.
El arresto domiciliario también han marcado sus días. En 2010 fue acusado de contrabando agravado (de diesel), "manejo ilícito de materiales o desechos clasificados como peligrosos, asociación para delinquir y tráfico de materiales estratégicos".
Además, figura en una investigación periodística basada en las filtraciones de los Panamá Papers por, supuestamente, usar paraísos fiscales. Según el portal Armando.info, a Bertucci se le vinculó, en 2016, con una empresa panameña de importación de alimentos. Él ha negado todas estas acusaciones.
Ya en campaña, Bertucci se muestra como la figura del cambio frente a Maduro, mientras los principales partidos de la oposición acusan elecciones injustas y antidemocráticas.
"Porque hay esperanza con #ConBertucciSePuede acompáñame en este comienzo y sé parte del cambio para Venezuela", expresa Bertucci, asegurando que la única forma de ganar es con una participación masiva. Aunque aún no ha dicho qué partido lo respaldará.
Se espera que este miércoles arranque oficialmente su candidatura y proporcione mayor información. Mientras tanto, figura en un tercer lugar en las encuestas, "pronto" -dice optimista- será segundo "y próximamente primero".