AFP
El asesinato de dos periodistas mientras transmitían en vivo a manos de un ex reportero que luego se suicidó, puso sobre el tapete el tema del control de armas y la violencia en Estados Unidos.
El atacante, de raza negra e identificado como Vester Lee Flanagan, de 41 años, también conocido como Bryce Williams, subió a las redes sociales escalofriantes videos del asesinato cometido el miércoles en Virginia.
La reportera Alison Parker, de 24 años, y el camarógrafo Adam Ward, de 27, fueron ultimados a tiros mientras realizaban una entrevista en vivo para el canal WDBJ, afiliado a CBS en Roanoke, unos 385 km al sureste de Washington.
Flanagan había trabajado para WDBJ y había sido despedido en 2013.
Familiares, amigos y toda la comunidad lloraba el incidente, que renovó las exhortaciones a limitar el acceso a las armas de fuego en Estados Unidos, colocando una vez más el recurrente tema de la violencia sobre el tapete. Al parecer Flanagan compró el arma en forma legal.
Asimismo, el violento episodio puso de manifiesto cómo la internet proporciona una vidriera para publicitar un horrendo crimen.
Corazón roto
"Me destroza el corazón que pase algo como esto", dijo el presidente Barack Obama a WPVI, estación local de la cadena ABC en Filadelfia.
"Lo que sabemos es que quienes mueren en incidentes relacionados con armas de fuego son muchos más que las víctimas del terrorismo", recordó.
La Casa Blanca llamó nuevamente al Congreso a legislar sobre la venta y utilización de armas de fuego.
"Debemos actuar para detener la violencia con armas de fuego, no podemos esperar más", escribió por su parte la candidata demócrata Hillary Clinton en Twitter.
El tiroteo tuvo lugar cerca de donde fue la masacre de 2007 en la Virginia Tech University.
Andy Parker, padre de Alison, lanzó tras los asesinatos un dolido llamado para controlar las armas.
"Debemos hacer algo respecto a la gente loca que accede a armas", dijo a Fox News.
Pese a los reiterados tiroteos y masacres que se han dado en Estados Unidos, los legisladores han hesitado para aprobar leyes que limiten el acceso a las armas, en parte para no provocar la ira de electores que defienden con uñas y dientes su derecho a portar armas.
"Una bomba humana"
La cadena ABC News anunció haber recibido un manifiesto de 23 páginas dos horas después de la muerte de los periodistas de WDBJ.
En el manifiesto, Flanagan dijo que había sido llevado al límite por la masacre en junio de feligreses negros en una iglesia de Charleston, Carolina del Sur.
"El tiroteo en la iglesia fue el punto culminante (...) pero mi rabia iba en aumento (...) era una bomba humana (...) esperando hacer BOOM!!!", señaló en el texto.
En el documento, que califica de aviso de "suicidio para amigos y familiares", se queja de discriminación racial y acoso "por ser un hombre gay negro".
Pero afirma que el tiroteo en la iglesia de Charleston fue lo que lo llevó a cometer los asesinatos de este miércoles.
Gritos y disparos
Alison Parker entrevistaba a Vicki Gardner, titular de la Cámara de Comercio de Smith Mountain Lake, en un balcón de un complejo turístico en Moneta, cerca de Roanoke, cuando ocurrió el ataque.
Gardner, de 62 años, resultó "gravemente herida", fue internada en el hospital de Roanoke y su condición era estable.
En las imágenes filmadas por Ward antes de morir se ve a una sonriente Parker realizando la entrevista. De pronto se escuchan varios disparos, luego la cámara cae al suelo y filma las piernas del agresor, que mata fuera de cuadro a la periodista, de quien solo se escuchan los gritos.
Tras el tiroteo las imágenes vuelven a los estudios del canal para mostrar a una perpleja conductora del noticiero. "No estoy segura de qué ocurrió", señala. Poco después el gerente de la cadena confirmaba los fallecimientos.
Unas horas después, un inquietante video de los asesinatos, aparentemente filmado por el propio Flanagan, fue subido a Facebook y Twitter.
Es evidente que nadie se da cuenta de la presencia del atacante, ya que el camarógrafo está de espaldas y la periodista está concentrada en la entrevista.