El exmandatario argentino Mauricio Macri se presentó este jueves por primera vez ante la justicia para rendir declaración indagatoria en una causa por presunto espionaje, pero la audiencia tuvo que ser suspendida y se desconoce por ahora cuándo será citado nuevamente.
Macri, de 62 años, acudió ante los tribunales de Dolores (200 kms al sur de Buenos Aires) para ser indagado en una causa por presunto espionaje a familiares de 44 tripulantes que fallecieron en el hundimiento de un submarino militar en 2017, durante su presidencia.
Pero la audiencia tuvo que ser suspendida porque el exmandatario no había sido eximido de la obligación de guardar los secretos de Estado, según explicó su abogado Pablo Lanusse.
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"Nos hemos tenido que enterar recién hoy de que el juzgado no cuenta con el relevamiento del secreto de inteligencia para que Macri pueda declarar", dijo Lanusse al salir de la sede del tribunal.
En la noche y poco antes de viajar a Roma para asistir a la cumbre del G20, el presidente Alberto Fernández firmó un decreto para liberar a Macri del secreto sobre temas de inteligencia y permitir su declaración, indicaron fuentes oficiales.
Manifestación
Lanusse sostuvo que en esta citación el juez Martín Bava "quedó en evidencia en su animadversión contra Macri y con su pretensión de querer procesarlo antes de las elecciones", parlamentarias de medio término previstas el próximo 14 de noviembre y en las que su coalición de centro-derecha Juntos por el Cambio espera una importante votación.
Acompañado por algunos simpatizantes y por excolaboradores de su gobierno (2015-2019), Macri fue objeto de un pequeño acto de apoyo antes de ingresar a los tribunales.
"Estamos tranquilos. Sabemos lo que hicimos y nuestras buenas intenciones", dijo a sus seguidores, ante quienes denunció "una cultura de poder oscura que usa una tragedia para dañar" y pidió trabajar en favor "de una cultura del poder sana, que incluya una justicia imparcial".
Antes de este jueves, Macri había faltado a dos citaciones judiciales anteriores, la primera vez por hallarse en el exterior y la segunda por haber pedido la recusación del juez Bava.
"Presión política"
El submarino ARA San Juan, un TR-1700 de fabricación alemana con 66 metros de eslora, desapareció en noviembre de 2017 con 44 personas a bordo, cuando patrullaba aguas argentinas.
La nave fue hallada un año más tarde, a 900 metros de profundidad, con ayuda de las marinas de otros países.
La querella sostiene que los familiares de los militares fallecidos en el hundimiento del ARA San Juan fueron objeto de escuchas telefónicas y otras interceptaciones durante el año en que buscaron conocer su suerte.
Luis Tagliapietra, padre de uno de los marinos y abogado querellante en esta causa mostró su frustración con la suspensión de la audiencia. "Obedece más a la presión política que ejercieron los dirigentes de Juntos (por el Cambio) que a una cuestión estrictamente jurídica", dijo a la AFP.
"Lo que correspondía era requerir que se mantengan en reserva las pruebas o dichos referidos y nada más", aseveró.
Tras esta jornada quedó sin definir cuándo será citado nuevamente el expresidente. Según la legislación, hay un plazo de hasta diez días después de realizada la declaración indagatoria para ordenar o desechar el procesamiento.