Varios focos de incendio se mantienen activos desde hace semanas en las provincias argentinas de Neuquén, Río Negro y Chubut (sur), donde las llamas han consumido miles de hectáreas de bosque nativo, en medio de condiciones meterológicas adversas, según reportaron las autoridades.
La sequía, las temperaturas elevadas y los vientos cambiantes dificultan las tareas de control de los incendios que comenzaron a inicios de diciembre y se multiplicaron con focos dispersos.
En Aluminé, al oeste de la provincia de Neuquén y en la región cordillerana a 1.500 km al suroeste de Buenos Aires, el fuego avanza sin control en una zona deshabitada. El incendio consumió unas 3.900 hectáreas de bosques nativos de pinos y araucarias, reportó la alcaldía.
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"Tenemos un frente de 4.000 metros aproximadamente que sigue avanzando hacia el suroeste", informó el alcalde de Aluminé, Jorge Lara, a la radio local LU5.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, recorrió la zona afectada días atrás y dispuso el refuerzo de la brigada de combate con aviones hidrantes y helicópteros que trabajan sobre un terreno escarpado y de difícil acceso.
En su reporte diario, el ministerio Cabandié destacó este viernes las dificultades debido a "las amplias distancias entre los puntos de trabajo, el material combustible de vegetación acumulado, la sequía imperante, las condiciones meteorológicas con altas temperaturas, los vientos de diferentes sectores y variada intensidad".
La cartera dispuso la conformación "de un comité de crisis para coordinar el apoyo a las provincias afectadas por los incendios forestales", anunció a través de Twitter.
El ministerio no ha reportado un balance de las hectáreas afectadas, pero el parte diario del plan de Manejo del Fuego daba cuenta de que existen al menos dos focos activos en Neuquén, uno en Río Negro y otros dos en la provincia de Chubut.
La Fuerza Aérea colaboró con un avión Hércules para el traslado de brigadistas y equipamiento a las zonas afectadas, así como con aviones y helicópteros de apoyo.
En el sur de Bariloche, 1.500 kilómetros al suroeste de Buenos Aires, brigadistas combatían este viernes otros focos de incendio en zonas boscosas de Villegas y El Manso, aunque de menor tamaño que el de Aluminé.
El servicio meteorológico vaticinó que las condiciones adversas de altas temperaturas y vientos cambiantes proseguirán durante los próximos días sin que se esperen lluvias.