El 7 de octubre 2019 la cantante argentina Florencia Napoli decidió embarcarse en la tripulación del crucero Carnival, el cual hoy en día navega lento entre la costa de Florida y Cuba.
Un gigante con capacidad para 2100 pasajeros que por ahora recorre las aguas casi como un barco fantasma, ya que a bordo sólo cuenta con 350 tripulantes, muy por debajo de los mil que contempla el equipo completo.
“Es chocante ver el barco vacío casi en silencio y poco movimiento. Este lugar siempre fue una fiesta con grupo de jóvenes, música y diversión”, relata a Infobae la argentina que de cierto modo se encuentra "atrapada" en la embarcación.
Napoli indica que “cada vez somos menos a bordo, de a poco va quedando más grande. Mi miedo, es que se vayan mis pocos compañeros/ amigos que son parte de mi contención diaria”.
Bajo condiciones normales la transandina hacía un show diario de tres horas como cantante en la embarcación. Hoy en día sólo tiene contacto con sus compañeros colombianos, sudafricanos, venezolanos, filipinos e indonesios.
“De la noche a la mañana, esto quedó inhabitado. Inclusive más de la mitad de la tripulación pudo volver a casa. Otros no tuvimos la misma suerte...”, prosigue en su relato.
A la espera de un pronto desembarco para volver a Buenos Aires, Florencia subraya que “lo que angustia es la incertidumbre y esta sensación de estar navegando solos sin destino. Hay días que trato de no pensar dónde estoy, sino me desespero".
La empresa a cargo del crucero sigue gestionando el desembarco de sus trabajadores, pero todo depende de las limitantes que existen por el cierre de fronteras en cada país.