El gobierno de Argentina se declaró "decepcionado” este lunes, luego de conocerse las declaraciones de algunos grupos de acreedores, que rechazan la propuesta de canje de deuda lanzada por el país sudamericano. Pese a ello, el Ministerio de Economía argentino dijo estar dispuesto a escuchar a los bonistas para llegar a un "denominador común".
Tres grupos de acreedores liderados por grandes fondos de inversión -el Ad Hoc Bondholder Group, el Argentina Creditor Commitee y el Ad Hoc Group of Argentina Exchange Bondholder-volvieron a rechazar en forma tajante los términos propuestos por Argentina para reestructurar bonos emitidos bajo legislación extranjera por 66.239 millones de dólares.
A través de un comunicado conjunto, estos tenedores de bonos argentinos señalaron que "no pueden apoyar" la oferta ya que consideran que los términos planteados requieren que los acreedores de bonos argentinos sufran unas "pérdidas desproporcionadas que no están justificadas ni son necesarias".
La propuesta incluye un período de gracia de tres años, por lo que Argentina empezaría a pagar en 2023, e implica reducir el capital en 3.600 millones de dólares, es decir, una quita del 5,4 por ciento sobre el stock adeudado, y los intereses en 37.900 millones de dólares, lo que equivale a una quita de intereses del 62 por ciento. Para el canje, el país ofreció a los acreedores diez nuevos tipos de bonos, en dólares y euros, con vencimiento en 2030, 2036, 2039, 2043 y 2047.
Es lo que se puede pagar
"El Gobierno ha revisado y está decepcionado con la declaración del día de hoy por parte de tres grupos de acreedores", dijo el Ministerio en un comunicado. El plazo para que los acreedores den su consentimiento formal a la propuesta de reestructuración vence el próximo viernes. "Mucho puede cambiar en el transcurso de una semana. Tenemos la esperanza de que nuestros acreedores reconozcan que, especialmente a raíz de la crisis del COVID-19, Argentina no puede pagar más", sostuvo el Ministerio de Economía.
Santiago Cafiero, jefe de gabinete del presidente Alberto Fernández, declaró que la oferta no será modificada. "De nada sirve hacer una oferta que luego no se pueda cumplir. Nosotros presentamos la oferta de buena fe, que es el compromiso que se puede cumplir y que constituye sostenibilidad en el tiempo”, dijo, reiterando la postura del gobierno argentino.
Las autoridades argentinas insistieron en que su "análisis de sostenibilidad de la deuda" se encuentra "alineado" con el realizado por el Fondo Monetario Internacional. "Si los tenedores de bonos tienen un enfoque diferente que se adecue a esas limitaciones, deberían presentar una propuesta específica", señala el comunicado del Gobierno de Alberto Fernández.