Los suizos aprobaron ampliamente este domingo en referéndum una ley que prohíbe la discriminación por motivos de orientación sexual, que era combatida por formaciones conservadoras.
El "sí" obtuvo un 63% de los votantes en este referéndum que concluyó a mediodía local, según resultados oficiales. En ciudades como Basilea, esta opción recabó más del 70% de los votos. Solo tres pequeños cantones de habla alemana del centro y del este votaron "no" en su mayoría.
Mathias Reynard, el parlamentario socialista que propuso esta reforma del código penal helvético, saludó en la cadena RTS-1 "un día histórico" y "una magnífica señal para todas las personas afectadas".
Marc Frueh, del pequeño partido defensor de los valores cristianos UDF, que lanzó este referéndum junto a la Unión democrática del centro (UDC, derecha populista), primera formación del país, dijo que pese a su fracaso, el recurso a una votación era justificado.
Este referéndum "permitió al pueblo suizo tomar una decisión", declaró en la misma cadena. Agregó no obstante que su formación estará atenta a la forma de aplicación de la reforma.
"Censura"
La nueva ley, de 2018, amplía otra ley existente sobre discriminación y odio racial y religioso, y la extiende a la orientación sexual. Los partidos conservadores lanzaron este referéndum con la esperanza de bloquear la ley, que consideran una "censura" que atenta contra "la libertad de expresión, de conciencia y de comercio".
Jean-Pierre Sigrist, de 71 años, exprofesor de enseñanza secundaria en Ginebra y activista gay, replica que la libertad de expresión "no es la libertad de decir cualquier cosa", y esta ley constituye "una salvaguardia añadida contra los actos homófobos".
Si la llamada ley antihomofobia hubiera existido hace 40 años, "quizá yo no hubiera recibido una paliza a la salida de un bar de Ginebra y no se habrían reído de mí cuando presenté una demanda", declaró a la AFP días antes de la votación.
Protección insuficiente
Todos los grandes partidos, con la excepción del más importante, la UDC, estiman que en Suiza la protección contra la discriminación por motivos de orientación sexual es insuficiente.
Los partidarios de la ley alegan que la discriminación por motivos de orientación sexual se sanciona en otros países europeos, y que el Consejo de Europa y la ONU han pedido a Suiza que refuerce su arsenal contra la homofobia.
Representantes de la UDC y de la UDF, defensor de los valores cristianos, lanzaron el referéndum y llamaron a votar "no" a la nueva normativa.
"Nosotros también queremos luchar contra el odio y la discriminación en nuestra sociedad", asegura en su página web el comité "No a la censura".
Según él, "la ley actual solo añade leña al fuego y no resuelve ningún problema a largo plazo. Al contrario: pone en entredicho nuestra Suiza libre e ideológicamente plural".
Denigración pública
La nueva ley sanciona la denigración pública y la discriminación de cualquier persona debido a su orientación sexual, o cualquier actitud destinada a avivar el odio hacia ella, por escrito, el habla o mediante imágenes o gestos. No reprime en cambio los comentarios realizados en el círculo familiar o entre amigos.
Los restaurantes, hoteles, empresas de transporte, cines o piscinas no podrán rechazar el acceso a alguien debido a su orientación sexual. El texto prevé multas y penas de hasta tres años de prisión si lo hacen.
En los círculos LGTB, algunos temen que una protección especial los estigmatice aún más. "Lucho por la aceptación y la normalización de mi sexualidad. Para mí, la normalización también significa no exigir derechos especiales", afirma Michael Frauchiger, copresidente del comité "¡Derechos especiales NO!".