En los casi 9.000 documentos que WikiLeaks desclasificó el martes y que aseguraba pertenecen a la CIA, se detallaba como la Agencia supuestamente podía utilizar los sistemas operativos de los teléfonos y televisores inteligentes para espiar a sus usuarios.
Se mencionó al iOS del iPhone de Apple, el Android de Google, Windows de Microsoft y los televisores Samsung.
A diferencia de la CIA y el gobierno de Estados Unidos, que no quisieron comentar la aparición de estas informaciones, las empresas rápidamente salieron a exponer su posición frente a las filtraciones.
Apple fue la más abierta al respecto.
A través de un comunicado, destacó que muchas de las fallas expuestas en los documentos de WikiLeaks ya fueron solucionadas. "Nuestro análisis inicial indica que muchos de los asuntos aparecidos ya han sido corregidos en nuestra última actualización de iOS (...) Constantemente estamos señalándole a nuestro clientes que bajen las últimas actualizaciones del sistema para que se aseguren de tener las mejoras en seguridad más recientes".
Samsung, cuyo televisor inteligente F8000 fue mencionado como uno de los que los servicios de inteligencia pueden intervenir para escuchar y ver a las personas, y Microsoft manifestaron estar al tanto de las filtraciones, pero sus comentarios fueron menos aclaratorios que el de Apple.
"Estamos viéndolo", dijo la marca coreana. "Estamos al tanto del deporte y estamos investigando", informó la empresa tecnológica.
Google, en cambio, siguió el camino de las autoridades estadounidenses y no quiso referirse a las posibles vulnerabilidades del Android.
