Amnistía Internacional acusó el viernes a la policía de Hong Kong de un uso excesivo de la fuerza contra los manifestantes prodemocracia y denunció "tácticas descabelladas e ilegales" que en algunos casos pueden llamarse "torturas".
En un informe basado en entrevistas con unos 20 manifestantes, algunos de ellos hospitalizados tras su detención, la organización de defensa de los derechos humanos afirma que los policías de la excolonia británica van más allá de los niveles de contención admitidos por la ley local e internacional.
"Aparentemente sedientos de represalias, las fuerzas de seguridad hongkonesas muestran una preocupante tendencia al uso de tácticas descabelladas e ilegales contra la población durante las manifestaciones", declaró Nicholas Bequelin, director de Amnistía para Asia oriental.
Estas tácticas "incluyen arrestos arbitrarios y violentas represalias contra las personas detenidas, actos que en algunos casos podrían calificarse de tortura".
Amnistía pide que se cree una comisión de investigación independiente sobre el comportamiento de la policía, algo que también solicitan los manifestantes. Las autoridades de Hong Kong siempre se han negado.
Tras la publicación del informe, la policía de Hong Kong desestimó las conclusiones de Amnistía y afirmó en un comunicado que sus agentes "muestran siempre mucha contención en el uso de la fuerza".
Hong Kong se ha visto convulsionado desde hace semanas por enormes manifestaciones, a menudo violentas, en las que se piden mayores libertades democráticas y una mayor rendición de cuentas por parte de la policía.
El movimiento es el mayor desafío contra el gobierno de China desde que la ciudad fue devuelta por Gran Bretaña en 1997 y no da señales de terminar.
Las manifestaciones terminan a menudo con enfrentamientos con la policía, que responde a las piedras y cócteles Molotov con gases lacrimógenos y balas de caucho. En las redes sociales se han publicado muchos vídeos en los que se ve a la policía golpeando a los manifestantes.