Este lunes comienza en Alemania el primer juicio civil que sienta en el banquillo de los acusados a la empresa detrás de la red social Facebook. El cargo en su contra: propagación de "noticias falsas”. El demandante es el refugiado sirio Anas M., quien disfrutó de una fama efímera en 2015 tras fotografiarse junto a la canciller de Alemania, Angela Merkel, con la cámara de su teléfono inteligente. En ese instante, la mandataria visitaba el centro de acogida en el que Anas M. residía.
La imagen, que en principio fue utilizada para ilustrar la admiración que los peticionarios de asilo sentían por la política conservadora, terminó siendo usada en mensajes de Facebook donde se le acusaba de ser un terrorista. Aunque la empresa estadounidense retiró los dos mensajes difamatorios originales, Anas M. alegó que la medida no era suficiente porque el contenido fue compartido en cientos de ocasiones y todavía sigue circulando en la red social.
Tras las críticas recibidas por la publicación de "noticias falsas” durante la campaña electoral de Estados Unidos, Facebook anunció recientemente el lanzamiento de un proyecto periodístico cuyo propósito es poner coto a ese fenómeno, mejor conocido por su nombre en inglés, "fake news”, y desestimado por periodistas que lo describen como una entelequia vagamente definida y susceptible de ser instrumentalizada políticamente. No obstante, Facebook defiende sus planes.
La compañía anunció que desarrollaría nuevos productos para informar a los periodistas sobre las posibilidades de la red social. Además, comunicó que, de cara a los comicios federales en Alemania, que se celebrarán en septiembre de este año, había firmado una alianza con el centro de investigación Correctiv para analizar el contenido de los mensajes de los usuarios y, de ser necesario, marcarlo como dudoso. Está por verse cómo se pronuncia la Justicia germana en el caso Anas M. versus Facebbok.