Días después del cierre de la cumbre del G20 en Hamburgo, el ministro de Justicia de Alemania, Heiko Maas, exhortó al resto de países de la Unión Europea (UE) a que colaboren en la identificación de los violentos que durante varios días sembraron el caos y protagonizaron batallas campales en la ciudad, se supo hoy.
"Muchas fotografías y videos van a ser ahora analizados para poder identificar a los delincuentes. Para eso también hemos pedido el apoyo de los demás países", escribió el político socialdemócrata a sus homológos europeos, según información a la que tuvo acceso el grupo mediático alemán "Funke".
A tenor de los datos publicados por el consorcio de medios, con esta acción, Maas busca que el resto de ministros de Justicia europeos abran con carácter urgente diligencias procesales en sus respectivos países, dado que ésos son territorios que se encuentran fuera del ámbito de la jurisdicción de Alemania.
Al mismo tiempo, el político germano solicitó a sus socios comunitarios que ejecuten con urgencia órdenes de detención europeas, que ya han sido extendidas por Berlín.
En la actualidad, 51 personas que presuntamente participaron de forma activa en los disturbios perpetrados en protestas contra la cumbre del G20 se encuentran en Hamburgo en prisión preventiva. Entre ellos se encuentran también numerosos ciudadanos europeos procedentes de España, Francia, Italia, Rusia, Holanda, Suiza y Austria.
En la carta enviada a sus colegas europeos, Heiko Maas también pide que se intensifique la cooperación transfronteriza entre los países.
"Esta colaboración a nivel europeo debe mejorar para que la próxima cumbre que se celebre en otro país y en otra ciudad no se vea afectada por el turismo de vándalos", recalcó el ministro alemán en el escrito enviado a sus homológos del bloque, según señaló "Funke".
El Gobierno de la canciller Angela Merkel intenta analizar las causas de los intensos enfrentamientos entre policías y manifestantes durante la cumbre del G20, que dejaron centenares de heridos, así como daños millonarios por el saqueo de comercios y la quema de automóviles, con el objetivo de que un episodio similar no se repita en el futuro.