El Bundestag aprobó por unanimidad la reforma legal que permitirá recetar con financiación pública flor seca de cannabis y extracto de cannabis a enfermos graves sin alternativa terapéutica. Según el proyecto aprobado, para garantizar el suministro a las farmacias se permitirá también la plantación controlada de cannabis con fines medicinales en Alemania y, en casos excepcionales, se facilitarán también a los enfermos los principios activos dronabinol y nabilon.
En los informes remitidos al Parlamento, el Gobierno explicó que 647 pacientes contaban ya en abril pasado con una autorización específica del Instituto Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM, por sus siglas en alemán) para comprar marihuana medicinal en la farmacia. Con la nueva regulación ya no necesitarán esa autorización, sino la receta médica, y su coste lo asumirán las mutuas.
No es una legalización
Según el proyecto, el coste medio de los tratamientos que estaban autorizados con flores de cannabis era de 540 euros mensuales, aunque en casos especialmente graves se llegaba a los 1.800 euros. Alemania importó en 2014 un total de 48 kilos de cannabis para ese fin y la cifra aumentó hasta los 94 kilos en 2015, la mayoría desde Holanda.
El Gobierno ha dejado claro que la nueva norma no supone en ningún caso la legalización del cannabis en el país, sino poner a disposición de pacientes graves un producto terapéutico con controles de calidad y siempre bajo prescripción médica. Los enfermos a los que se les recete cannabis participarán además en un estudio en el que, de forma anónima, sus médicos expondrán el diagnóstico, el tratamiento y su efecto para analizar en profundidad el impacto y los beneficios de la terapia.