"Es una ayuda, un reconocimiento del dolor, pero sabemos que el sufrimiento no puede ser borrado", dijo este viernes la diputada verde Renate Künast, durante la presentación del plan por parte de la comisión mixta destinado a compensar a las víctimas de aquel enclave alemán en Chile donde se cometieron torturas y abusos.
Se estima que las ayudas pueden tener un costo total de 3,5 millones de euros, de los que un millón ya ha sido aprobado por el Gobierno alemán y empezará a entregarse a las víctimas en breve.
Los primeros pagos se harán a un grupo de unas 50 personas que están identificadas claramente como víctimas. Hay otro grupo de personas identificadas como victimarias que estás excluidas de las ayudas.
Además, hay otras personas que fueron tanto víctimas como victimarios y con respecto a ellos se deberá decidir examinando cada caso individual.
En el plan de ayuda, Alemania no reconoce una responsabilidad jurídica en los crímenes de Colonia Dignidad pero sí una responsabilidad moral por lo ocurrido y admite que muchos diplomáticos fueron cómplices de los hechos, al menos por omisión.
"Quien haya estado en lo que fue Colonia Dignidad o haya hablado con las víctimas no puede volver a dejar de lado el tema", dijo Künast.
La Colonia Dignidad era dirigida por el antiguo suboficial nazi Paul Schäfer, que creó un régimen de terror en el que daba rienda suelta a sus obsesiones pederastas.
Además, durante la dictadura de Augusto Pinochet la Colonia Dignidad hizo causa común con el régimen y funcionó como centro de torturas.
"Cuando Paul Schäfer huyó a Chile en 1961 ya había en Alemania una orden de detención en su contra por abuso de menores. Ya se sabía quién era y sin embargo recibió ayuda para crear la colonia", dijo Künast.
"Siento ira cuando pienso que tengo que ocuparme en 2018 de crímenes ocurridos en los años setenta", señaló el diputado cristianodemócrata Michael Brand.