Más de 200 personas han fallecido en 18 días en la península ecuatoriana de Santa Elena, aledaña a la provincia de Guayas, que aglutina el 71,2% de positivos por el COVID-19 del país, sin que se sepa si los casos están relacionados con la pandemia, se informó este martes.
La mayor parte de los 201 decesos reportados fueron por paros respiratorios o síntomas compatibles con el coronavirus, lo que ha llevado a los habitantes de localidades como Colonche, Manglaralto y Chanduy, a pedir la intervención de las autoridades.
"En Colonche no sabemos qué hacer, la gente está muriendo y no hay atención médica. Se supone que si estamos en emergencia sanitaria los centros de salud deberían estar abiertos, pero eso no pasa”, reclamó a la prensa Cristóbal Reyes, habitante de esa comunidad.
La provincia de Santa Elena, en el litoral ecuatoriano y uno de sus principales centros turísticos, registraba este martes 78 contagios del virus, mientras el cantón del mismo nombre suma 32 positivos.
Ecuador registra hasta hoy 369 fallecidos oficiales y 436 probables, así como 7.603 positivos, de acuerdo a los datos del gobierno. La cifra de decesos reportadas por los dirigentes locales es muy superior, aseguran, a las habituales.
Muchos fallecidos sin diagnóstico ni autopsia
El presidente del gobierno parroquial de Manglaralto, Walter Yagual, confirmó que en los últimos días se registra un aumento de fallecidos, algo inusual en la tranquila península, destino vacacional de muchos ecuatorianos por sus playas y balnearios.
"Las autoridades del COE (Comité de Operaciones de Emergencia) provincial no tienen un plan de acción para que estas pruebas vengan o para conocer las causas de los fallecimientos. La mayoría de decesos son de personas mayores con síntomas del COVID-19", afirmó.
En Manglaralto, donde viven 35.000 personas, se contabilizaron 72 muertos en las últimas semanas y hay varios decesos por causas respiratorias, explicó el responsable parroquial.