Al son del tango: Así fue la protesta contra 'tarifazo' en Argentina
AFP
Al son de tangos y milongas cientos de personas bailaron como protesta el martes en Buenos Aires contra el aumento de las tarifas de servicios básicos, que amenaza la continuidad de varios centros para fomentar el baile de estos ritmos propios del Río de la Plata.
La Asociación de Organizadores de Milongas de Tango organizó su singular manifestación frente al parlamento comunal de Buenos Aires en protesta el 'tarifazo' que ha movilizado a gran parte de los argentinos y también para pedir una ley de fomento a la milonga, una versión del tango que también se usa para llamar los lugares donde se baila.
Unas 300 personas se congregaron en una pista de baile al aire libre, que incluyó más de 30 parejas de danza que llegaron desde las más de 650 milongas que existen en Buenos Aires.
"No aguantamos más los aumentos de las tarifas y el abandono del estado sobre nuestra actividad", contó a la AFP Cecilia Troncoso (47), la organizadora de la milonga "La Viruta", un lugar que en sus mejores noches congrega casi 400 personas.
El "tarifazo" eléctrico que causa polémica en Argentina
Solamente en "La Viruta", la decisión del gobierno de Mauricio Macri de aumentar las tarifas hizo pasar la cuenta del servicio eléctrico de 6.000 pesos (unos 402 dólares) a 28.000 (unos 1.879 dólares).
En pleno centro de la ciudad, un mar de figuras que iban pendulando al ritmo del tango ofrecieron un espectáculo que fue un testimonio de cultura y de reclamo.
Omar Viola (62), expresidente de la Asociación de Organizadores de Milongas y actual miembro de la milonga Paracultural, que reúne entre 150 a 300 bailarines, dijo que la están pasando "muy mal".
"Nuestra temporada baja ocurre de abril a junio y la pasamos muy mal. Sufrimos un aumento del 500% en los servicios y no tenemos manera de poder abonarlo. Nos pasó un tren por encima", sentenció Viola.
Otra de las quejas de los milongueros tiene que ver con la reciente clausura de seis establecimientos, por la que responsabilizan a la Agencia General de Control de la Ciudad de Buenos Aires, que les pide permisos burocráticos para operar como lugares de baile.
Andrea Conte, la legisladora comunal por opositor partido Frente Para la Victoria que presentó el proyecto de ley de fomento a la milonga, defendió estos clubes, expresiones vivas de la cultura porteña.
"Es una actividad con un costo alto y poco redituable, por lo que impulsamos el proyecto que incluye un registro de milongas para obtener subsidios y un trámite más sencillo para las habilitaciones", dijo Conte a la AFP.
Con frases como "¡Tango integrador! ¡Basta de invisibilizarnos!" o "Ni una milonga menos, ni una clausura más", los cultores del tango de Buenos Aires ofrecieron un mensaje claro de auxilio, en una actividad fuertemente afectada por la recesión reinante en Argentina.