AFP
Al menos 25 personas murieron y otras 70 resultaron heridas en un incendio desatado tras la explosión de una caldera en un taller de productos de embalaje al norte de Daca este sábado, informaron fuentes hospitalarias.
Parvez Mia, médico del hospital público de Tongi, dijo a la AFP que el balance de muertos era de 25, superior al de 15 anunciado anteriormente, y que, al menos, había 70 heridos.
"La mayoría de los heridos presentan quemaduras. Hemos derivado los más graves a los hospitales de Daca", agregó el médico.
En el momento de la explosión alrededor de un centenar de personas se encontraban trabajando en el edificio de cuatro pisos, ubicado en el suburbio industrial de Tongi.
El fuego se inició hacia las 06h00 locales. "Por lo que sabemos había productos químicos acumulados en la planta baja, lo que hizo que el incendio se propagara a gran velocidad", explicó a la AFP Tahmidul Islam, alto responsable de la policía bangladesí.
Otro funcionario policial, Sirajul Islam, dijo que el fuego todavía no había sido controlado y el balance de víctimas podía variar.
El taller produce embalajes plásticos destinados a la industria alimenticia.
Un electricista de la empresa, Mohammad Rokon, de 35 años, logró escapar del fuego y sólo presentaba heridas leves.
"Estaba trabajando en la oficina cuando escuché una explosión y sentí un temblor. Entonces, de repente, el techo se empezó a derrumbar", dijo a la AFP desde su cama de hospital.
"Casi pierdo la consciencia. Pero me obligué a salir con la ayuda de la luz del flash de mi teléfono", explicó.
Los incendios en pequeñas fábricas de Bangladés son un problema recurrente, en especial en la industria textil: en 2012 un siniestro en una fábrica textil costo la vida de 111 personas, en 2013, otro incendio mató a siete trabajadores y en 2015 murieron 13 trabajadores en otro incendio.
La mayor tragedia industrial, sin embargo, ocurrió en abril de 2013 al derrumbarse un edificio que albergaba varios talleres textiles, tragedia en la que murieron 1.100 personas.
Al amparo de costos exiguos, debido a salarios muy bajos, largas jornadas y precarias condiciones de trabajo --incluidas de seguridad-- Bangladés se transformó en el segundo exportador mundial de textiles después de China.