Al menos 21 personas murieron y dos están desaparecidas por inundaciones en la provincia de Fars, al sur de Irán, debido a las intensas precipitaciones en las últimas horas, informó este sábado la Media Luna Roja del país.
"Veintiún personas murieron y dos siguen desaparecidas" por la crecida del agua que azotó varias localidades de la región de Estehban y sus alrededores, en la provincia de Fars, declaró Hosein Darvichi, representante local de la organización humanitaria a la cadena de televisión estatal.
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"Alrededor de las 17H00 horas de ayer, las fuertes lluvias en las localidades de Ij y Rudbal, en la zona central de Estehban, provocaron inundaciones", indicó Yousef Kargar, gobernador del condado en la provincia de Fars, citado por la agencia de noticias estatal IRNA.
Kargar agregó que "55 equipos de rescate habían llegado al lugar para participar en las operaciones de búsqueda".
"Algunos habitantes del lugar y personas de otras áreas que fueron a la ribera y que estaban en el lecho del río fueron atrapados por las inundaciones debido a la subida del nivel del río", agregó.
Imágenes de video difundidas por medios de comunicación y las redes sociales muestran vehículos apresados y empujados por la crecida de las aguas del río Rudbal.
Irán ha sufrido varias sequías durante la última década, pero también inundaciones periódicas.
En enero, ocho personas murieron a causa de otra inundación. En Irak, doce personas perecieron en diciembre por lluvias torrenciales.
En 2019, fuertes riadas en el sur del país dejaron al menos 76 muertos y daños por valor de más de 2.000 millones de dólares.
Los científicos aseguran que el cambio climático ha amplificado episodios de sequía, lo que amenaza la seguridad alimentaria.
Al igual que otros países vecinos, Irán sufrió sequías y olas de calor durante años y se prevé éstas que empeoren.
Asimismo, se produjeron en los últimos meses protestas contra la desecación de los ríos, sobre todo en el centro y suroeste de Irán.
En noviembre pasado, decenas de miles de personas, entre ellos agricultores, se reunieron a la orilla seca del río Zayandeh Rud, situada en la región central del país, para quejarse de la sequía y culpar a los funcionarios por desviar el curso del agua.