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AfD, el partido xenófobo que "humilló" a Angela Merkel en uno de sus bastiones en Alemania

AfD, el partido xenófobo que "humilló" a Angela Merkel en uno de sus bastiones en Alemania
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La victoria de la populista y antiinmigración Alternativa para Alemania en las elecciones regionales de Mecklenburgo-Pomerania Occidental es un claro rechazo a las políticas migratorias de la canciller y sus socios en Baviera ya empezaron a pedirle un "cambio de rumbo".

Doble derrota y "humillación histórica" para Angela Merkel o adelanto de lo que ocurrirá en las elecciones generales de Alemania en otoño de 2017.

Así han descrito los expertos la victoria de Alternativa para Alemania (AfD, por sus siglas en alemán) en las elecciones de este domingo para el parlamento de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

Con casi el 21% de los votos, la formación populista y antiinmigración ha hecho por primera vez perder la hegemonía del espectro conservador en un parlamento regional a la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que encabeza la canciller.

La derrota es doble para Merkel porque Mecklemburgo-Pomerania Occidental es el estado en el que tiene su circunscripción y en el que hace tan sólo tres años se hizo con el 56% de los votos.

Y también porque el resultado es un claro mensaje de rechazo a su gestión de la crisis migratoria, que permitió la entrada al país de más de un millón de solicitantes de asilo el año pasado.

Que esa cuestión fue crucial lo reconocieron los propios democristianos.

"El tema de los refugiados ha estado muy presente en estas elecciones y, por supuesto, hay muchas miradas puestas en Angela Merkel por eso mismo", expresó el secretario general de la CDU, Peter Tauber, quien describió el resultado como "amargo".

A eso mismo le atribuyó su victoria el candidato estatal del partido, Leif-Erik Holm: "Somos los únicos que hemos hablado abiertamente de la crisis migratoria".

Ni un refugiado más

El partido que lidera el derechista Frauke Petry reclama no acoger ni a un solo refugiado más en Alemania y eso le ha valido el apoyo de un amplio espectro de votantes.

Esa es la postura que más define a este partido, que nació en 2013 como reacción a los rescates de la eurozona pero se reforzó el año pasado con la crisis de refugiados.

Uno de sus fundadores, Bernd Lucke, terminó dejando la formación en julio de 2015 por considerar que estaba "volviéndose cada vez más xenófoba".

AfD denuncia también lo que considera imposiciones de la ideología de género y de lo políticamente correcto, proclama "la disolución de la zona euro en su forma actual" y defiende un acercamiento a la Rusia de Vladimir Putin.

Gracias a esa mezcla de corrientes que alberga logró siete escaños en las elecciones de 2014 para el Parlamento Europeo. Aunque hoy sólo dos de aquellos siete eurodiputados siguen siendo miembros del partido.

Y obtuvo también una triple victoria en las elecciones regionales de marzo pasado y se convirtió en la segunda fuerza en el estado de Sajonia-Anhalt, todo un hito.

Así, tiene ya representación en nueve de los 16 parlamentos regionales.

Es domingo ha ido más allá y se ha posicionado como primera fuerza en el parlamento del más norteño de los estados de lo que en su día fue Alemania Oriental.

Aunque todo parece que los socialdemócratas, quienes obtuvieron el 30% de los votos, podrán seguir gobernando en coalición con la CDU.

¿Debacle?

Y aunque Mecklemburgo-Pomerania Occidental sea poco relevante en la política nacional - tiene apenas 1,6 millones de habitantes-, los expertos opinan que lo ocurrido allí este domingo vaticina que en otoño de 2017 entrará con fuerza en el Bundestag.

Las previsiones le otorgan a AfD hasta el 11% de los votos en las elecciones generales.

Y algunos ya hablan del "inicio de la debacle" de Angela Merkel.

El primero de todos ha sido el propio líder del partido, Frauke Petry: "La guinda del pastel ha sido dejar atrás a la CDU".

"Quizá esto sea el inicio del fin de Merkel como canciller".

La corresponsal de la BBC en Berlín, Jenny Hill, duda que eso vaya a ocurrir pronto.

El escenario "no pinta bien para Merkel; sus índices de aprobación son los más bajos en cinco años", reconoce Hill.

"Pero no la borren aún del mapa. Ella siempre tuvo la costumbre de recuperarse y de momento no tiene ningún contendiente serio", insiste.

Eso sí, "su postura contra la inmigración y sus mensajes cada vez más estridentes contra el islam son un poderoso atractivo para la gente a la que le preocupa la integración y la seguridad doméstica".

De momento, sus socios en Baviera ya reclamaron un "cambio de rumbo" en su política migratoria.

"Tras los dramáticos resultados en las elecciones de Mecklenburgo-Pomerania Occidental, los que deciden en Berlín deben tomar ahora las decisiones precisas", le dijo el secretario general de la CDU en Baviera, Andreas Scheuer, al diario alemán Der Tagesspiegel.

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