Acusan a Rusia de esconder artefactos explosivos en aviones que se dirigían a Estados Unidos y Canadá
Una grave denuncia surge en contra de Rusia, luego de que funcionarios de seguridad europeos acusaran que la explosión de dos dispositivos que se produjo en Europa, fue parte de una operación de sabotaje liderada por la GRU (Servicio de Inteligencia Militar Ruso).
Los artefactos que explotaron se encontraban en las dependencias de la empresa DHL, en Reino Unido y Alemania y eran capaces de producir incendios a bordo de las aeronaves. Los paquetes, estaban destinados a -eventualmente- llegar hasta Estados Unidos y Canadá.
A raíz de los hechos, se desencadenaron intensas investigaciones en Europa para dar con los responsables. Incluso en Polonia, se detuvo a cuatro personas que figuran como acusadas de participar en agrupaciones terroristas en nombre de una agencia de inteligencia extranjera.
Las autoridades alemanas e inglesas han sido categóricas en señalar que la situación podría haber terminado en un aterrizaje forzoso sobre océanos, lo que podría haber sido fatal.
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En esa línea, el jefe de la agencia de inteligencia extranjera de Polonia, Pawel Szota advirtió “no estoy seguro de que los líderes políticos de Rusia sean conscientes de las consecuencias si uno de estos paquetes hubiera explotado, causando un evento de víctimas masivas”.
Las acusaciones apuntan a que esto se trataría de una operación encubierta liderada por la agencia de inteligencia militar de Rusia. Según información que recoge el medio Wall Street Journal, personas que están involucradas en la investigación señalaron que los artefactos eran “masajeadores eléctricos manipulados con una sustancia inflamable a base de magnesio”.
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Por su parte, desde la empresa DHL que trabaja con aeronaves de carga como de pasajeros, reconocieron que los dispositivos que se incendiaron en julio en Europa fueron movilizados en aviones, por lo que se encuentran cooperando con la justicia.
A pesar de las denuncias, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, entregó sus declaraciones al medio Wall Street Journal y negó las acusaciones, advirtiendo que eran “insinuaciones sin fundamento”.
Cabe señalar que durante el mes de septiembre, el jefe del Servicio de Secreto de Inteligencia del Reino Unido, Richard Moore, subrayó que las agencias de espionaje rusas habían adoptado comportamientos “descontrolados”.