La vida de Mamoudou Gassama, joven malí de 22 años, cambió radicalmente el pasado 26 de mayo luego de salvar heroicamente a un niño de cuatro años que colgaba desde un balcón del cuarto piso de un edificio en París.
Gracias a su rápido actuar, salvó al pequeño de un trágico desenlace, ganándose el apodo de “Spiderman francés”.
Pero esta noticia generó tal revuelo, que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con Mamoudou y le concedió la nacionalidad francesa.
"No pensé en nada, subí directamente", le contó el joven a Macron, quien además le concedió una medalla y un certificado de "valentía y entrega".
Posterior a este encuentro, la Presidencia francesa informó que sus papeles serían regularizados y que se sumaría al servicio cívico de los bomberos de la capital.
A meses de lo ocurrido, el cuerpo de bomberos de París oficializó esta noticia positiva, afirmando que este joven Malí se sumó a sus filas a partir del fin de semana pasado junto a otros 23 nuevos voluntarios.