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El presidente venezolano, Nicolás Maduro, decretó los viernes como días de asueto (feriado) durante los próximos dos meses en todo el país, dentro de un "plan especial" de ahorro eléctrico para afrontar la severa sequía ocasionada por el fenómeno El Niño.
El decreto especial establece "todos los días viernes como día no laborable a partir del viernes de esta semana" hasta el 6 de junio, dijo Maduro en una alocución transmitida por la televisora gubernamental.
Además de ello, el jefe de Estado se lanzó en una guerra contra los secadores de pelo.
"Las mujeres deben usar menos secadora de cabello para ahorrar luz. Una mujer se ve más bonita cuando se peina con los dedos. De manera natural”, dijo Maduro.
Su frase recuerda cuando su predecesor, Hugo Chávez, afirmó que él se duchaba en solo tres minutos, y recomendó a los venezolanos a hacer lo mismo. "No estamos en tiempos de jacuzzi, vamos a ahorrar agua y energía eléctrica", dijo en la oportunidad.
Las medidas para ahorrar energía
Tras hacer un "llamado a la conciencia nacional" para que todo el país respalde la iniciativa, Maduro extendió a nueve horas diarias el racionamiento eléctrico para los centros comerciales y hoteles, que deben generar su propia energía, una medida que arrancó en febrero pasado.
Aunque el gobierno venezolano declaró toda la Semana Santa no laborable para disminuir el consumo de agua y electricidad, Maduro reconoció que el país afronta "una situación extrema" por el descenso en los niveles de las 18 represas del país.
Guri, principal embalse ubicado en el estado Bolívar (sureste) y que abastece el 70% del sistema eléctrico, se encuentra apenas tres centímetros por encima del "punto extremo" de 240 metros sobre el nivel del mar, precisó Maduro, quien asistió como invitado al programa televisivo semanal del segundo del chavismo, Diosdado Cabello.
El mandatario también exigió que las industrias estatales de mayor consumo reduzcan el uso de energía en un 20%, al igual que la administración pública.
Aunque el mayor consumidor de energía es el sector residencial, Maduro evitó declarar un "racionamiento doloroso para el país", así como un ajuste de las tarifas.
Anticipándose a las críticas de la mayoría opositora en el Parlamento, que ha cuestionado la gestión gubernamental de la crisis eléctrica, Maduro aseguró que "no vale ni el odio, ni la revancha ni la diatriba pequeña" en esta circunstancia.
Venezuela, que vivió una dura crisis eléctrica en 2010, padece constantes apagones, especialmente en las provincias.