El Pentágono confirmo que "más de una docena de misiles" cayeron la noche de este martes en la base aérea de Ain al Assad, en el desértico oeste de Irak, donde están desplegadas tropas estadounidenses, dijo a la AFP una fuente de seguridad.
Este ataque ocurre después que grupos armados proiraníes en Irak prometieron unir fuerzas para responder al ataque realizado por un dron estadounidense el viernes pasado en Bagdad, que resultó con la muerte del influyente general iraní Qasem Soleimani y el jefe militar iraquí Abú Mahdi al Muhandis.
"Somos conscientes de los informes de ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak. El Presidente ha sido informado y está monitoreando la situación de cerca y consultando con su equipo de seguridad nacional", declaró en Twitter la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.
Los Guardianes de la Revolución de Irán respondieron en la noche del martes al asesinato del general Qasem Soleimani con un ataque con "decenas de misiles" contra una base aérea en Irak utilizada por tropas estadounidenses, anunció la TV estatal iraní.
De acuerdo con PressTV -cadena iraní de información en inglés-, Irán "confirma haber atacado la base en Irak con decenas de msiles" y amenazó con "más respuestas devastadoras" en caso de cualquier reacción estadounidense.
Estados Unidos descartó claramente el martes cualquier plan para abandonar Irak, pero algunos de sus aliados occidentales han anunciado su retirada militar parcial debido a la grave crisis entre Washington y Teherán, lo que alimenta los temores de que las tensiones actuales socavarán la lucha antiyihadista.
Cuatro días después de la muerte del poderoso general iraní Qasem Soleimani en un ataque estadounidense, y mientras su funeral en Irán se convirtió en una tragedia con más de 50 muertos en una estampida, Donald Trump y su gabinete intentaron disipar la impresión de caos causado el día anterior por error.
Retirar las tropas estadounidenses "es lo peor que podría pasarle a Irak", declaró el Presidente de Estados Unidos. "Queremos salir en algún momento, pero este no es el momento correcto", dijo Trump, quien subrayó el peligro, que según él, representa la poderosa y vecina República Islámica de Irán.
Casi al mismo tiempo, su secretario de Defensa, Mark Esper, aseguró, durante una conferencia de prensa, que la política estadounidense "no había cambiado": "No abandonaremos Irak", dijo.