Una nueva investigación encargada por el gobierno holandés resolvió que alrededor de 10.000 personas de 55 años o más tienen un deseo de muerte grave.
La comisión Van Wijngaarden, encargada de investigar cuántas personas podrían querer la eutanasia porque simplemente ya no desean seguir viviendo, dijo que al 0,18% de las personas mayores de 55 años les gustaría morir.
Según consignó DutchNews, en una sesión informativa para los parlamentarios, el ministro de salud Hugo de Jonge señaló: "No hay duda de que los resultados muestran que este es un problema social importante tanto para este gobierno como para la sociedad. El deseo de muerte de este grupo de personas es grave y el informe subraya la necesidad de actuar".
De Jonge, diputado demócrata cristiano y también viceprimer ministro, dijo que las políticas gubernamentales deberían hacer todo lo posible para "ayudar a estas personas a encontrar el sentido de la vida nuevamente".
Sin embargo, el informe está destinado a dividir al gobierno de coalición, que une al VVD liberal, dos partidos cristianos y el D66 liberal democrático.
Pia Dijkstra, quien lidera en temas éticos para D66, anunció de inmediato que presentaría el próximo mes una factura de los miembros privados que pedía una nueva ley de "vida completa" para permitir que las personas mayores de 75 años sin condiciones médicas insoportables soliciten la eutanasia.
"Los estudios muestran que existe un amplio apoyo para que las personas logren un fin digno de sus propias vidas", dijo en Twitter.
Sin embargo, De Jonge dijo en su informe que el deseo de muerte "no es estático" y que las respuestas no se encontrarían en la ampliación de la legislación sobre la eutanasia o la introducción de nuevas reglas.
Carla Dik-Faber, miembro del grupo de De Jonge, señaló que su partido también se opuso ferozmente a dicha legislación.
"Poner a disposición una píldora suicida sería la respuesta más cínica a las personas con un deseo de muerte. Estaríamos renunciando a ellos en lugar de querer estar allí para ellos", declaró.
Holanda fue el primer país en despenalizar la práctica en una ley de 2001 y desde entonces se ha registrado un aumento constante de personas que terminan sus propias vidas.
En agosto, un médico holandés fue llevado a juicio en un caso histórico después de sacrificar a un paciente con demencia severa que puede haber tenido dudas sobre la muerte.
Se alega que el médico, ahora de 68 años y jubilado, puso una droga para dormir en el café de la anciana.
Para calificar para la eutanasia en Holanda, el paciente debe tener al menos 16 años y su decisión debe ser "voluntaria y bien considerada".
El sufrimiento no debe mostrar perspectivas de mejora y debe ser "considerado insoportable".
Deben conocer todas las opciones e informarse sobre la condición y asegurarse de que no haya otra alternativa razonable.
Por último, debe haber una consulta con al menos otro médico independiente que deba proporcionar una confirmación por escrito.
Resurge el debate sobre la píldora venenosa de Huib Drion
La propuesta recuerda a la que planteó hace cuarenta años Huib Drion, un juez del Tribunal Supremo holandés, profesor de derecho, ensayista y académico, que pidió que el Estado debería poner a disposición de los ciudadanos que han cumplido los 70 años una píldora venenosa para que pudieran decidir en qué momento quieren acabar de vivir.
Esta pastilla como método de eutanasia (muerte intencionada de una persona para evitar que siga sufriendo) nace a partir de la idea que dio hace casi 40 años atrás Huib Drion, que murió en 2004 a los 86 años debido a causas naturales cuando dormía en su casa.