Las gemelas Ysabelle e Ysadora Freitas nacieron siamesas hace dos años en Ceará, Brasil.
Unidas por sus cráneos, pero con sus cerebros separados, compartieron flujo sanguíneo y fueron criadas con poca ayuda durante 18 meses.
Débora, su madre, tenía la esperanza de que ambas pudieran llevar una vida normal.
“Pasamos tres meses en el hospital y luego nos fuimos a casa. Aprendí cómo alimentarlas. Aprendí a lidiar sola con ellas, aunque esperábamos que pudieran tener una cirugía”, señaló Débora.
En ese sentido, las gemelas fueron analizadas por diversos médicos y, tras realizar exámenes, se descubrió que existía la posibilidad de separarlas.
"La rareza de esta condición hace que los procedimientos médicos sean extremadamente complejos. Así que organizamos un grupo de personas para ayudarnos con el tratamiento de estos niños", señaló el doctor Hélio Machado, quien movilizó a las bebés a Sao Paulo.
Según consigna Daily Mail, tras comprobarse las posibilidades, diversos médicos se unieron para realizar procedimientos que pudieran separarlas.
Cuando tenían 18 meses de edad, el doctor Ricardo Oliveira cortó y redirigió secciones del suministro de sangre compartidas.
Luego, se realizaron dos procedimientos más que separaron con éxito parte de las cabezas de Ysabelle e Ysadora.
De ahí en más, 15 horas fueron necesarias para separarlas de manera definitiva.
Se logró.
“Todos trabajamos juntos como un equipo en las niñas y tuvimos grandes expectativas. Cuando vimos que estaban separadas era como magia. De repente teníamos dos niñas separadas”, señaló el doctor Oliveira.
De momento, ambas niñas están recibiendo atención para fortalecer los músculos de las piernas y que puedan aprender a caminar.