La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, posesionó este miércoles como nuevo ministro de Planificación al rico empresario de origen croata Branko Marinkovic, quien se exilió en Brasil hace una década tras ser denunciado por el gobierno de Evo Morales de financiar una supuesta guerra secesionista.
Áñez posesionó al nuevo ministro en un acto en el Palacio Quemado, la casa de gobierno, tras la dimisión de Carlos Díaz al cargo por razones de salud.
La mandataria interina le pidió a Marinkovic, de 52 años, trabajar con transparencia, por empleos, salud y "para cuidar la democracia".
"Usted sabe el valor de la democracia, porque usted fue exiliado muchos años, usted, su esposa y su familia saben lo que es estar fuera del país en un exilio", afirmó la gobernante derechista.
Marinkovic huyó de Bolivia a mediados de 2009, tras ser acusado por el gobierno de Morales (2006-2019) de apoyar junto a otros políticos de derecha una guerra secesionista en la rica región de Santa Cruz (este), el feudo de la oposición de entonces. Vivió casi una década en el vecino Brasil.
Según la denuncia hecha por un fiscal en 2010, Marinkovic y otros financiaron a un grupo de presuntos mercenarios europeo-bolivianos para organizar un movimiento secesionista armado.
Ese grupo, liderado por el croata-boliviano Eduardo Rózsa Flores, fue desarticulado a tiros por la policía en 2009.
En el operativo policial murieron Rózsa, el irlandés Michael Dwyer y el rumano-húngaro Arpad Magyarosi, mientras que un croata-boliviano y un húngaro sobrevivieron.
Sin embargo, el engorroso proceso judicial quedó paralizado tras la huida en 2014 a Brasil del principal fiscal acusador, denunciado por extorsión a empresarios de Santa Cruz.
Marinkovic negó las acusaciones y aseguró que todo fue parte de un complot del gobierno de Morales para desarticular a la oposición.
El empresario retornó a Bolivia en enero de este año, dos meses después de la renuncia del mandatario izquierdista.