Los dispersos resultados de las elecciones municipales y regionales en España dejaron a la espera quién gobernará las localidades y regiones del país. Si bien el oficialista Partido Popular (PP) salió primero y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) segundo, ninguno de los dos logró acercarse a las mayorías mínimas absolutas para gobernar sin la necesidad de una coalición.
Ese escenario quedó como consecuencia de la arremetida de los partidos políticos emergentes como Ciudadanos y Podemos, lo que pusieron fin al bipartidismo, e incluso conquistaron las dos principales alcaldías.
El Psoe pacta con Podemos
Hasta ahora el líder del PSOE, Pedro Sánchez no ha tenido la oportunidad de conocer a Pablo Iglesias, el joven profesor universitario a la cabeza de Podemos. Sin embargo, el panorama político que quedó tras los comicios del domingo pasado obligó a Sánchez a "tomar la iniciativa" para establecer vías de entendimiento con los partidos que piden a gritos un cambio.
De hecho, Sánchez ya anunció a El Mundo que en los próximos días llamará por teléfono a Iglesias y a su homólogo de Ciudadanos, Albert Rivera -a quien tampoco ha conocido en persona- para formar puentes de conexión que excluyan al PP.
Luego de que el PSOE quedara como segunda fuerza con un 25% y detrás del PP, Sánchez aseguró la noche del domingo que llegó el momento de "asumir la responsabilidad" de "liderar" la formación de gobiernos de izquierda en municipios y regiones.
Madrid da un giro a la izquierda
Hace 24 años el Partido Popular se instaló cómodamente en la gobernación de la capital, ganando todas las elecciones municipales con mayoría absoluta desde entonces.
Sin embargo, la irrupción de la izquierda llegó a terminar con esa tradición. Si bien la candidata del PP, Esperanza Aguirre, fue la más votada con el 34,5%, se le dificulta sus posibilidades de ser la alcaldesa de la principal ciudad española por la falta de opciones para pactar.
Manuela Carmena, cabeza de la lista de la formación de izquierda integrada por Podemos y Ganemos, la sigue de cerca con el 31,9% de los votos. Pero sus posibilidades son amplias, ya que podría pactar con el candidato del PSOE, Antonio Miguel Carmona, quien estaría dispuesto a sumar su 15,3%. Con los 20 concejales de Carmena, más los 9 de Carmona, se logra la mayoría absoluta de 29 concejales.
El icónico caso de Barcelona
Barcelona es el claro ejemplo del fin de bipartidismo político y del descontento con los partidos tradicionales en España, luego de que en las elecciones municipales y regionales saliera victoriosa la candidata Ada Colau, de la agrupación izquierdista Barcelona en Comú, plataforma apoyada por Podemos.
La victoria de Colau sería la principal alcaldía que habría obtenido Podemos, pero no en solitario, ya que Barcelona en Comú está también integrada por los partidos ICV.EUiA, Procés Constituent y Equo.
Colau ya dijo -según consignó El Mundo- que este mismo lunes buscará acuerdos con fuerzas independentistas como el ERC y CUP, que le permitan pactar para gobernar en el segundo municipio más importante de España. En la rueda de prensa en la sede de Barcelona en Comú, Colau anunció que además iniciará una ronda de contactos que incluirá a agentes socioeconómicos, como la federación de vecinos, sindicaros y agrupaciones patronales.
La ganadora de las municipales reafirmó estar a favor del “derecho de decidir” de los catalanes, y reiteró su apuesta de celebrar un referéndum ciudadano para decidir si Barcelona se une a la Asociación de Municipios de Cataluña (AMI), la entidad que reúne a los municipios que están a favor de celebrar una consulta sobre la independencia de Cataluña.
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