El domingo pasado un padre dejó a su hija de 3 años amarrada a su asiento de bebé dentro de un automóvil cerrado y posteriormente lo incendió en Estados Unidos.
De acuerdo a New York Post, la pequeña Zoey Pereira estaba dentro del auto cuando se incendió. La llevaron al centro médico del hospital de Jamaica, pero no pudo ser salvada.
El padre de 39 años,fue víctima de las llamas mientras huía de la escena por lo que saltó al estanque Baisley para intentar apagar el fuego.
El sujeto se encontraba atrapado en una disputa de custodia con la madre de la niña, y había estado amenazando con lastimar a la menor justo antes de que quemarla al interior del vehículo, el cual había sido arreglado como "una prisión de fuego".
El auto había sido rociado con gasolina, y se instaló un tanque de propano en el maletero para alimentar el asiento trasero a través de un tubo. Un segundo tanque fue encontrado afuera del auto.
Martin Pereira, el padre de la niña, sufrió quemaduras de segundo y tercer grado, y estaba siendo atendido en el Centro Médico Weill Cornell en Manhattan. Se encontraba bajo custodia policial en el hospital, pero no había sido acusado hasta el lunes por la noche.
Martin tuvo derechos de visita durante el fin de semana y recogió a la niña el sábado. Más tarde llamó a su ex pareja para hablar sobre su relación, pero ella le dijo que no.
El domingo, Martin llamó por teléfono a uno de los primos de su ex pareja y amenazó con hacerle daño a la niña, lo que llevó al primo a llamar para advertirla. La frenética madre llamó a la policía.
Martin tiene una historia de violencia, según la familia y la policía. Fue arrestado una vez por desacato criminal y dos veces por hostigamiento agravado contra una mujer diferente.
Además ambos padres se habían reportado entre sí a varias agencias de protección de niños por maltrato a Zoey este año.