Dos chilenas estaban a bordo del tren Amtrak que el pasado martes sufrió un accidente que terminó con ocho fallecidos y más de 200 lesionados.
Las mujeres, madre e hija, sobrevivieron a la tragedia pero resultaron heridas y aún se encuentran conmocionadas por lo que pasó.
Ilea Uribe y su madre Ilea Villa, relataron su experiencia en una entrevistada con el portal NY1 Noticias.
“De repente sentimos un ruido. Un ruido como extraño, como que hubiera habido un corte. Mi mamá lo escuchó como un choque, yo más bien lo escuché como un corte, y empezó a frenar, empezó a frenar poco a poco", recordó Uribe.
La chilena, que se encontraba realizando un viaje por Estados Unidos, volvía junto a su madre desde Washington a Nueva York, ciudad que estaban conociendo por primera vez. Ahora, buscarán ayuda en el consulado para presentar acciones legales y recibir una retribución por lo sucedido.
Uribe aseguró que la experiencia tras el accidente dejó “un trauma espantoso, gigante, estamos muy movilizadas todavía, o sea yo cierro los ojos y veo deslizándome a través del pasillo, no lo puedo sacar de mi mente, no puedo”.
“Salimos inyectadas del asiento, yo caí sobre el suelo, y lo único que pensé fue poner mis manos en mi cabeza y empecé a patinar por el suelo durante todo el pasillo, por todo el pasillo del vagón y llegué casi a la puerta”, dijo Uribe, recordando el trágico momento y lo difícil que fue encontrarse con su madre.
El accidente del tren se produjo después de que el vehículo fuera casi al doble de la velocidad permitida y se descarrilara en una curva a la altura de Filadelfia. Según los últimos datos revelados por la investigación, el tren podría haber golpeado un objeto antes del accidente.