"Casi me dejaron ciego por escoger a la persona que amo"
Hace 50 años en la mayoría de los países del mundo las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo eran consideradas delito.
Pero a pesar de que el matrimonio gay es ahora legal en 22 países, los crímenes de odio contra los homosexuales son una realidad.
La BBC habló con dos parejas afectadas por este tipo de violencia en Reino Unido. Estos son sus testimonios.
"Quedé noqueado"
James y Dain estaban disfrutando de una divertida noche de fiesta en Brighton, una localidad de la costa sur de Reino Unido, en mayo del año pasado.
Cuando salieron de la discoteca un grupo de jóvenes los siguieron y, cerca de la playa, los golpearon.
El asalto les dejó profundas cicatrices físicas y emocionales.
James: "Estábamos en el bar y un par de jóvenes comenzó a observarnos desde la pista de baile.
"Es difícil que alguien me haga sentir incómodo, pero sin duda que nos miraban raro. Dain tenía su brazo alrededor de mi cuello. Creo que no les gustaba cómo nos estábamos abrazando.
"Entonces comenzaron a gritarnos, a insultarnos. Le dije a Dain que nos teníamos que ir de inmediato".
Dain: "Nos fuimos del bar y comenzamos a caminar. De repente escuché a varias personas que corrían detrás de nosotros, pero estábamos en un lugar donde no podíamos encontrar una vía de escape. Entonces nos agarraron y nos tiraron al piso.
"Quedé acostado sobre la calle y lo siguiente que vi fue un zapato en mi cara. Quedé noqueado".
James: "Uno de los chicos que estaba allí comenzó a patearle la cara a Dain muy rápido y con mucha fuerza. Nos pegaron bastante, además de tratarnos de 'maricones' todo el tiempo. Cada vez que intentaba proteger a Dain, ellos me agarraban y me lanzaban hacia otra parte de la calle.
"Fue en ese momento que un taxista pasó y llamó a la policía. Por fin me pude parar y me acerqué a Dain.
"Entonces me dijo: 'No puedo ver'".
Dain: "Mi cavidad ocular estaba brutalmente golpeada. Tenía hemorragias en ambos ojos y las mejillas fracturadas. Me habían partido un diente, y la nariz estaba fracturada.
"Me acuerdo de estar en el hospital preguntándole a los doctores: '¿Voy a poder ver otra vez?' Y la respuesta era aún más angustiante: 'No te lo podemos decir porque está muy hinchado para saber realmente qué te pasó'. Ni siquiera ellos podían abrirme los ojos".
"Casi me dejaron ciego por escoger la persona que amo. James y yo éramos muy cercanos, pero esto realmente demostró lo fuerte que era nuestra relación. Soy una persona bastante resiliente y no voy a vivir mi vida como otros me dicen que tengo que vivirla.
"No voy a permitirle a nadie hacerme eso. Esta golpiza me ha hecho querer ser lo que soy aún más".
James: "Evidentemente esto lo ha hecho más fuerte y, sobre todo, ha comenzado a importarle menos lo que piensa la gente de él cuando está en la calle.
"A mí también me cambió, pero al contrario de lo que le ocurrió a Dain: cambió mi forma de pensar, de cómo luzco y hablo, con quién estoy y, sobre todo, a dónde voy.
"Y es triste porque recuerdo cómo éramos antes del ataque y ahora me miro junto a Dain y veo con decepción que ellos causaron esto, causaron este cambio en mi forma de pensar que me cuesta mucho aceptar.
"Ocurrió hace un año y creí que el tiempo nos iba a ayudar a olvidar, pero no es fácil. Cuando estamos en la calle, muchas veces Dain quiere mostrar que estamos en una relación, pero a mí me da pánico que algo similar nos vuelva a pasar.
"Hace un año, aunque no íbamos agarrados de la mano, no estaba tan consciente como ahora de evitar que la gente nos viera como pareja.
"Es imposible para mí perdonar a la gente que nos atacó de esta manera. Eso va a estar conmigo para siempre y estoy seguro que a ellos los va acompañar por el resto de sus días".
Ambos atacantes, Gage Vye-Parminter y Matthew Howes, se declararon culpables y fueron condenados a siete años de prisión.
Becky y Álex fueron atacadas en agosto de 2016 en la localidad británica de Croydon. Un hombre fue hallado culpable del ataque, pero huyó del país antes de ser condenado, lo que dejó a la pareja con bastante frustración y rabia.
Álex: "Estoy furiosa por todo lo que ocurrió. Por el hecho de tener que explicarle a mi hijo de 6 años por qué su mami fue golpeada, por qué Becky tenía moretones en el rostro. No es algo que quiera explicarle a mi hija, que hay odio en el mundo.
"Es curioso que siga ocurriendo simplemente por la persona que escogemos para amar. Era la primera vez que habíamos pagado a una niñera para tener un día para nosotras dos, pero desde ese día nunca hemos vuelto a salir".
Becky: "La primera cosa que nos dijo fue: 'Me gustan las lesbianas'. Y yo pensé, 'por Dios, que no sea uno de estos tipos'.
Álex: "Tenía un acento sudafricano, todo estaba bien, tranquilo. Él estaba un poco tomado y comenzó a pedirle a un par de nuestras amigas que se besaran, a lo que ella respondieron 'No', y yo le dije que no estábamos allí para su placer".
Becky: "Entonces él dijo algo como 'lesbiana de mierda', lo que ofendió a algunas de nuestras amigas. Tú no dices eso. Entonces nos fuimos de allí a comer algo. Nunca pensé que se fuera a poner violento".
Álex: "Otro tipo se juntó con él y comenzaron a rodearnos, clavando su atención en mí".
Becky: "Entonces fue cuando comenzó a tocarnos, a tocarle los senos a Álex y a agarrarla por el brazo. Nos llamó 'gordas lesbianas de mierda', entonces Álex lo empujó. Y el otro tipo la agarró y la lanzó al suelo muy fuerte".
Álex: "Me manosearon y me golpearon contra un poste de luz . También le pegaron a mi esposa y a dos amigos. Golpear a una mujer es una bajeza, pero hacerlo simplemente porque no quisimos darle gusto es desagradable y bastante cruel.
Estoy furiosa, me atacaron por amar a mi esposa. Al día siguiente me tocó ponerme gafas, aunque eso tampoco cubría el moretón que tenía en el ojo.
"Me sentí culpable porque yo escogí amar a Becky, lo que trajo toda esta carga de homofobia a la vida de mi hijo. Los dos juntos nos vemos como una madre e hijo normales. No atraemos la atención de nadie, pero al estar con Becky queda en evidencia que somos una pareja de lesbianas.
"Estoy bastante decepcionada, llena de rabia contra de la persona que hizo esto, contra la corte, contra el sistema judicial. Rezo y espero que esto no le vuelva a pasar a nadie".
Sazi Tutani, de origen sudafricano, fue hallado culpable de asalto, pero no pudo ser condenado porque había abandonado Reino Unido y había regresado a su país. Sin embargo, existe una orden de captura internacional en su contra.