Estaban destinadas a terminar en tragedia, pero gracias a la fortaleza de sus protagonistas estas historias tuvieron final feliz.
La mujer estadounidense que se negó a que el mundo la conociera sólo por su aspecto físico, los hermanos de padre peruano que sobrevivieron al aislamiento de más de una década gracias al cine y a su compañía, o la colombiana que salvó a su bebé tras cinco duros días en la selva.
Y una más.
BBC Mundo reúne cuatro historias de superación que trascendieron fronteras y ablandaron corazones este 2015.
Lizzie Velásquez, "la mujer más fea del mundo"
Lizzie Velásquez, una estadounidense de Texas, nació con dos enfermedades raras.
Una de ellas, el síndrome de Marfan, es una afección de los tejidos conectivos y se caracteriza por un aumento inusual de la longitud de los miembros.
Su segundo padecimiento es la lipodistrofia, que provoca una distribución anormal de la grasa corporal.
Ahora tiene 26 años, mide metro y medio y pesa 27 kilos.
Está totalmente ciega del ojo derecho y tiene discapacidad visual en el izquierdo.
Sin embargo, nunca pensaría que aquel video de YouTube titulado "La mujer más fea del mundo" hablaría de ella.
Lo que vio la impresionó, pero fueron los comentarios de otros usuarios los que la hundieron en la miseria.
"¿Por qué la tendrían sus padres?", decía uno de los textos. "Que la quemen", otro.
Pero en lugar de compadecerse, Velásquez decidió hacer algo con su vida.
Abrió su propio canal de YouTube para hacer saber a la gente quién era realmente la persona de la que hablaba el video de "La mujer más fea del mundo" y para animar a otros a sentirse cómodos en su propia piel y tener confianza en ellos mismos.
Los 7 hermanos Angulo, aislados del mundo
"Creo que la intención de nuestro padre era protegernos de los peligros y el crimen que él veía en el mundo exterior. Y nunca nos alentaron a comunicarnos con la sociedad", le contó Mukunda Angulo a la BBC.
Pasó 14 años virtualmente aislado del mundo, en un apartamento de Nueva York, Estados Unidos, junto a sus hermanos Bhagavan, Govinda y Narayana (gemelos), Krsna, Jagadisa, y su hermana mayor, Visnu.
Nunca asistieron al colegio. Su madre, la estadounidense Sussane Angulo, los educó en la casa.
Y su padre, un peruano llamado Óscar Angulo y el que tenía la única llave de la puerta del apartamento, rara vez permitía que los seis varones salieran solos.
La hermana y la madre jamás salieron de la casa.
Ver las películas que su padre coleccionaba les permitió hacerse una idea general del mundo que rara vez habían visto.
"Las películas fueron nuestra ventana al mundo exterior", aseguró Mukunda Angulo. "Fue una forma de mirar al mundo".
Pero llegó un momento en el que los jóvenes se rebelaron y decidieron salir de su encierro.
Y en una de las primeras excursiones que hicieron solos al exterior conocieron fortuitamente a Crystal Moselle.
Moselle se convertiría en la directora de The Wolfpack (Manada de lobos), el documental que se estrenó a principios de año y en el que cuentan su historia de superación.
Zunduri, "la esclava de la tintorería"
A Zunduri no se le conoce apellido.
Es "la esclava de la tintorería", aunque su nombre signifique "niña bonita" en japonés.
Y es que pasó cinco años atrapada en una tintorería del sur de Ciudad de México, sufriendo vejaciones que hielan la sangre y los últimos dos estuvo encadenada por la cintura.
El maltrato le provocó severos daños.
Hoy tiene 23 años, aunque su cuerpo es como el de una adolescente de 14.
Y los exámenes médicos determinaron que sus órganos tienen el mismo desgaste de una persona de 81 años.
Las pruebas se las hicieron este abril, cuando volvió a ser libre.
Aprovechó un descuido de quienes la esclavizaban y escapó.
Una amiga le ayudó a denunciar el caso en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (Fiscalía, PGJDF).
Como consecuencia, arrestaron a cinco personas: la propietaria de la tintorería, su hermana, dos hijas y la pareja de la dueña.
"Quiero comerme el mundo en horas. Quiero hacer todo al mismo tiempo. Siento que el tiempo no me alcanza", le dijo al corresponsal de BBC Mundo en México, Juan Paullier, al mes de recuperar su libertad.
María Murillo y su bebé, sobrevivientes en la selva
Los encontraron con vida y relativamente ilesos en el Alto Baudó, una zona de selva tropical proclive a fuertes lluvias y tormentas.
María Nelly Murillo, de 18 años, y su hijo de menos de un año habían pasado cinco días en la selva, después de que se estrellara el avión en el que volaban sobre el departamento del Chocó, en el oeste de Colombia.
"La salvó el amor de madre", aseguró Rafael Caviedes, enlace entre la Aeronáutica Civil y la Fuerza Aérea Colombiana y quien lideró el rescate.
El conocimiento que Murillo tenía de la selva- es oriunda del departamento- le permitió sobrevivir en un entorno tan hostil.
Y es que la selva chocoana está compuesta de bosque húmedo tropical y es extremadamente tupida y accidentada.
Es una de las regiones con mayor pluviosidad del mundo, con 9.000 mm de precipitaciones al año.
Así que lo de ella y su bebé fue un doble milagro: sobrevivieron a un accidente aéreo y a cinco días en la selva.