Nuevas acusaciones de violación y acoso contra el inventor del Bikram yoga
Bikram Choudhury, el millonario fundador del Bikram Yoga, una modalidad de yoga que se realiza en una sala con una temperatura elevada, vuelve a ser objeto de acusaciones de abuso sexual.
El caso más reciente es el de la canadiense Jill Lawler, que se suma a cinco denuncias preexistentes de otras exalumnas. Lawler dijo que se apuntó al curso de profesores de Bikram yoga, también conocido como "yoga caliente", porque estaba deseando aprender del maestro.
La canadiense dijo que Choudhury, de 69 años, le asaltó sexualmente en varias ocasiones. El gurú del yoga le pidió que le masajeara mientras veían películas de Bollywood a altas horas de la noche con cientos de estudiantes más.
"Sus declaraciones son falsas, llenan de vergüenza innecesaria a la comunidad del yoga y deshonran los beneficios a la salud y espirituales que el Bikram yoga ha dado a las vidas de las millones de personas que lo practican en el mundo", indicó el Bikram Yoga College de India en un comunicado en el que recuerda que por el momento no se han presentado cargos contra él.
Una de las demandas presentadas en los Ángeles en contra de Choudhury el pasado 2013 se descartó por falta de pruebas.
Las demandantes de California aseguraban que el gurú profiere habitualmente insultos misóginos, homófobos y racistas contra sus alumnos y promueve un ambiente de amenazas y violencia en sus centros.
Uno de los abogados del acusado le aseguró tras las primeras demandas a BBC Mundo que los señalamientos eran "falsos" y que con tan sólo querían "dañar su reputación".
En las más de cuatro décadas que lleva residiendo en Estados Unidos, Choudhury ha creado un imperio enseñando y patentando el estilo de yoga al que da nombre.
Imperio del yoga
Bikram Choudhury empezó a practicar yoga con tan sólo 3 años y a los 13 ganó el campeonato nacional de esta disciplina en su India natal.
Según cuenta su biografía, a los 20 años se lesionó mientras levantaba pesas y los médicos le dijeron que no podría volver a realizar ejercicio.
Fue entonces cuando creó la serie de 26 posturas que componen el Bikram Yoga y que, según dice, le ayudaron a rehabilitarse por completo en un periodo de seis meses.
En 1973 se mudó a California, donde poco a poco empezó a construir una base de alumnos fieles, a la que se irían uniendo famosas estrellas de Hollywood, deportistas y políticos que hicieron que la popularidad del Bikram Yoga no parara de crecer, señala el corresponsal de BBC Mundo en Los Ángeles, Jaime González.
En la actualidad hay más de 2.000 escuelas en todo el mundo que enseñan Bikram Yoga, que se realiza en sesiones de 90 minutos en una sala a 40ºC.
Además, cada año decenas de personas pagan los US$11.000 que cuestan los cursos que Bikram Choudhury imparte para formar profesores de su modalidad de yoga.
Desde que se convirtió en una figura pública, Choudhury -quien posee una flota de autos de lujo y se enorgullece de tener la mayor piscina de Beverly Hills- no ha estado exento de polémica.
Sus abogados han presentado numerosas demandas contra profesores y escuelas a los que acusan de infringir los derechos de autor que, según defienden, Choudhury posee sobre el Bikram Yoga.
La justicia estadounidense todavía no se ha pronunciado de manera definitiva sobre si una serie de posturas de yoga puede ser patentada. Mientras tanto, los que quieren impartir Bikram Yoga deben firmar un contrato de franquicia.
Graves acusaciones
En años recientes varios excolaboradores Bikram Choudhury -quien es conocido por soltar comentarios cargados de connotaciones sexuales durante sus clases- han asegurado que en sus centros de enseñanza impera un ambiente sectario.
En 2013, los acontecimientos se precipitaron, con la presentación en California de cuatro demandas en su contra en las que se le acusaba de delitos muy graves.
En marzo de ese año, una joven que entrenaba con Choudhury para convertirse en profesora de yoga le demandó por acoso sexual. Según Sarah Baughn, en 2005 Choudhury intentó varias veces mantener relaciones sexuales con ella y, al negarse, este hizo todo lo posible para arruinar su carrera profesional.
Meses después, dos demandantes cuya identidad permaneció en el anonimato, aseguraron haber sido violadas por Choudhury tras haber sido sometidas a un acoso constante y hace unos días una exempleada de un centro de Los Ángeles presentó una demanda por amenazas.
Una de ellas, Baughn, que ya no practica yoga, irá a juicio en agosto por el caso.
Habrá que esperar a que la justicia hable para ver qué consecuencias tiene el caso para el hombre que se atribuye haber popularizado la práctica del yoga en Occidente.