El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, descartó este lunes la creación de un Estado palestino si es reelegido en los comicios del martes, señalando que los territorios podrían caer en manos de radicales islamistas, según señala la agencia France Presse.
"Todos los que quieren la creación de un Estado palestino y la retirada de los territorios, lo que hacen es volverlos vulnerables a los islamistas radicales", dijo Netanyahu en una serie de entrevistas, al responder a una pregunta del portal NRG.
En otra entrevista concedida a la radio pública en víspera de las elecciones legislativas, el primer ministro saliente explicó que desde la primera vez que él apoyó públicamente la creación de un Estado palestino en 2009, muchas cosas han cambiado. "Este discurso se produjo antes de la "tormenta árabe", también llamada Primavera Árabe, que sacudió Medio Oriente y trajo al islam radical. Cualquier territorio entregado pasaría a manos de islamistas radicales", afirmó Netanyahu
El político israelí dijo que quienes no toman en cuenta estos cambios se exponen a repetir graves errores.
Simbólicamente, el primer ministro visitó, en uno de sus últimos actos de campaña, uno de los asentamientos más polémicos, la colonia de Har Homa, ubicada en los barrios palestinos de Jerusalén Este, en el sur de Cisjordania.
"Vamos a seguir construyendo en Jerusalén, vamos a construir miles de nuevos edificios, no vamos a ceder pese a todas las presiones ejercidas contra nosotros y vamos a seguir desarrollando nuestra capital eterna", afirmó.
Netanyahu acusó a sus adversarios de estar dispuestos a dividir la Ciudad Santa con los palestinos. "No lo permitiré. Yo y mis amigos del Likud (su partido de derecha) preservaremos la unidad de Jerusalén en su totalidad. Continuaremos fortificando Jerusalén para que no pueda ser dividida y se mantenga unificada para siempre", dijo horas antes del cierre oficial de la campaña, según señala France Presse.
La comunidad internacional considera como ilegal la construcción de viviendas civiles en los territorios ocupados por Israel tras la guerra de 1967. Israel afirma que las dos partes de la ciudad son su capital indivisible y durante su mandato Netanyahu siguió construyendo en Jerusalén este, una zona que los palestinos afirman que será la capital del Estado que aspiran a crear.