El relato del sicario de Iguala: "Encargué que mataran a los estudiantes y destruyeran todo"
La fiscalía mexicana aseguró este martes por primera vez que tiene "certeza legal" de que los 43 estudiantes que desaparecieron en septiembre en Iguala (sur del país) fueron asesinados por sicarios del narcotráfico, pero sus padres advirtieron que no permitirán que se cierre el caso.
Los avances de la investigación nos dan la "certeza legal de que los normalistas (estudiantes) fueron muertos en las circunstancias descritas", dijo el fiscal general, Jesús Murillo Karam, responsable de investigar este crimen que conmocionó al país y la comunidad internacional.
Las declaraciones del casi centenar de detenidos y más de 400 peritajes permitieron "llegar, sin lugar a dudas, a concluir que los estudiantes fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al río San Juan", afirmó Murillo Karam.
En este sentido, una de las confesiones claves fue la de Felipe Rodríguez Salgado, alias "El Cepillo". Sicario de Guerreros Unidos y líder de una célula de 10 personas, fue el hombre que, según confesión propia, recibió la instrucción de su jefe de matar a los estudiantes.
El relato de "El Cepillo" es el siguiente: “El Chucky (su jefe) me llamó por teléfono y me dijo que me iban a entregar dos paquetes con detenidos y que eran de Los Rojos (…) Eran entre 38 y 41, no los conté; algunos venían amarrados con mecate o esposados, y otros golpeados y ensangrentados (…). Al llegar al basurero de Cocula, bajamos a los estudiantes de las camionetas. Me percaté de que algunos, los que estaban abajo, ya habían muerto, creo que por asfixia. Quedaban vivos unos 15 a 18 estudiantes (…). Le encargué a El Pato que se hiciera cargo de todo, de entrevistarles y darles piso y que destruyera todo (…). El Pato ya había acostado a cuatro detenidos y les disparó en la nuca”.
La fiscalía presentará cargos por homicidio contra 'El Cepillo' y otros supuestos responsables. Al detenido alcalde de Iguala, José Luis Abarca, señalado de dar la orden inicial de atacar a los estudiantes, se le acusa de ser uno de los líderes de Guerreros Unidos.
La reconstrucción oficial indica que los estudiantes de Ayotzinapa fueron baleados el 26 de septiembre por policías locales corruptos de Iguala, dónde recaudaron fondos para su escuela rural de magisterio.
Tras el ataque, que dejó seis muertos, 43 estudiantes sobrevivientes fueron entregados por policías a sicarios del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron en un basurero de la vecina Cocula, incineraron y arrojaron sus restos en un río, según la fiscalía.
El laboratorio de Austria aplicará una riesgosa técnica para analizar otros restos enviados por la fiscalía mexicana que podría consumarlos definitivamente.
"El gobierno está tratando de darle salida al caso. La lógica indica que están muertos pero que no se encuentren los cuerpos complica probarlo. Están tratando de que los padres asimilen la realidad", dijo a la agencia France Presse el experto en seguridad Raúl Benítez Manaut.