¿Hay un ambiente enrarecido en la Convención?
-Estamos trabajando muchas, muchas horas. No sé si este nivel de productividad es buena para el país. Todos estamos muy estresados. Hay mucha actividad y el resultado no es bueno, porque todo es una olla a presión, tratando de sacar adelante un texto brutalmente desmedido, bajo todo punto de vista.
-Sorprende que la Comisión de Medio Ambiente haya presentado una propuesta que tuvo tan poco apoyo. ¿Cómo ha sido el trabajo al interior de la comisión?
-Yo diría que nuestra comisión tiene una característica: es la más extrema dentro de la convención. Desde el punto de vista de la radicalidad de sus conceptos o visiones.
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-¿Por qué?
-Es activista, tiene una visión muy fundamentalista, incluso reconocida dentro de la Convención, como una de las más polémicas y más activistas. Y eso se expresa en dos errores: uno, es un maximalismo casi total. Acá se incluyen todos los temas. Imagina que el jueves hablábamos del espacio exterior, de la Antártida, de la semilla ancestral, de los principios tributarios, del estatuto del agua, de la minería y la energía.
Por otra parte es una comisión donde los grupos ecologistas quedaron más sobre representados que en el resto de la Convención. Eso hace que muchísimas votaciones sean 15 a 4 y por lo tanto los informes que llegan al pleno son malos.
-¿En qué puntos era deficiente el informe?
-Planteaba una muy mala solución a temas muy sensibles, como son el agua, la minería, la energía. Piensa que en esta comisión somos cuatro de derecha: Pablo Toloza, Roberto Vega, Bernardo Fontaine y yo. Hay gente más de centro como Carolina Sepúlveda, Trinidad Castillos, Jorge Abarca, pero eso no impide que la ultra izquierda imponga su agenda.
-¿La derecha logrado poner algún punto en la discusión?
-No. En los acuerdos, ninguno. Los eco constituyentes no tienen ninguna intención ni de conversar ni de buscar acuerdos con la centro derecha y te lo hacen ver constantemente.
O sea, el primer informe de 40 artículos, 39 se rechazaron. Y de este informe que tenía 50 artículos, no se aprobó ninguno. Es una muestra de las malas ideas que logran imponer estos sectores ecologistas.
-¿Quién ejerce el liderazgo de ese sector?
-Fernando Salinas, Constanza San Juan, Camila Zárate, Ivana Olivares, Carolina Vilches, ellas representan ese sector que gana la votaciones en la comisión. Pero dicho en fácil, en dos informes se han presentado 90 artículos y se ha aprobado medio, ni siquiera uno. Así de fuerte es el extremo radicalismo en el que ellos llegan en posiciones ambientales que al menos un tercio del pleno rechaza.
-Si no son mayoría, ¿cómo logran influir de esa manera?
-Son apoyados por tres integrantes de los pueblos originarios, con lo cual logran la mayoría, pero en la comisión, no en el pleno. Como no tienen ningún interés en lograr acuerdos, insisten en sus ideas y tratan de imponerlas. El jueves incluso encaraban al pleno. No aceptan el disenso. Yo califico su informe como el informe de la pobreza para Chile.
-¿Qué te parece lo que pasó cuando hicieron una especie de funa contra los socialistas que votaron en contra o se abstuvieron?
-Es absolutamente inaceptable y aberrante en un mecanismo democrático, como es una convención. Lo que hicieron es una funa, un acto de violencia contra un partido. De hecho atacan solo al PS, y a personas que se habían abstenido, como Patricio Fernández. Lo extraño es que se olvidan de nombrar a las otras siete personas que se abstuvieron.
Es un acto antidemocrático, pero al mismo tiempo con una intencionalidad política para debilitar al PS, cuando en realidad nos hemos opuestos 37 representantes de la centroderecha. Y se habían abstenido muchos de la Lista del Apruebo. Fue una maniobra intencionada contra el PS..
-¿Por qué la derecha no logra poner sus puntos en la Convención? ¿Van a tomar palco?
-No, siempre hemos tratado de buscar acuerdos. Pero el problema es que la mayor parte de nuestra comisión que es de un activismo con el cual es imposible de conversar.
-¿El jueves fue una noche triste para la convención? ¿Esa imagen de los convencionales funando a los socialistas va a alimentar el rechazo?
-Fue una noche muy mala para la Convención. Espero que hoy día los convencionales eco constituyentes se den cuenta del inmenso error de funar a personas por pensar distinto. El PS, con el cual yo he discrepado, tuvo una posición válida, legítima ante un informe que estaba mal hecho, que tiene malas soluciones. Hay que partir de esa base: son malas soluciones.
Por lo tanto no aceptar las ideas distintas, y hacerlo en un estado casi de gritos, profiriendo expresiones como traidor, fue una pésima imagen para la convención. La responsabilidad absoluta es de un grupo de personas con visiones bastante extremas que yo creo que no entienden que podemos pensar distinto. Es un sector de izquierda, que ni siquiera ha tenido la intención de buscar acuerdos y conversar, incluso cuando sus informes fueron absolutamente rechazados por el pleno.