Por qué José Miguel Ahumada se convirtió en una piedra en el zapato para Mario Marcel
Videoconferencia con ex diplomáticos. Hace 3 semanas, el subsecretario de Relaciones Internacionales (Subrei), José Miguel Ahumada, sostuvo una videoconferencia con el llamado Foro Permanente de Política Exterior, que reúne a ex cancilleres, embajadores y diplomáticos vinculados a la centroizquierda y los gobiernos de la Concertación.
- El grupo se reúne frecuentemente. Pero esta vez escuchó a Ahumada exponer los problemas para cerrar la modernización del acuerdo con la Unión Europea, que tuvo en mayo en Chile al alto representante de la UE Josep Borrel. “Yo no vengo a Chile a pedir por favor firmen este acuerdo. Este es un acuerdo que es mutuamente beneficioso. Los chilenos deberán entender si lo es o no lo es, no me voy a poner en su lugar”, dijo entonces Borrell en una entrevista en Canal 13, al ser consultado por Ahumada, sus reticencias a los TLC y su idea de generar un proceso de diálogos para establecer una nueva política comercial.
- Ahumada ha considerado la reapertura de aspectos del capítulo de inversión, en particular en materia de transferencias tecnológicas. Pero ante los personeros de centroizquierda, señalan asistentes, también dio a entender que los europeos no quieren ceder en torno a materias relativas a precios preferenciales en momentos en que desde China -según habría señalado- se habría realizado una importante oferta para explotar litio en Chile y desarrollar su industria, lo que supondría bajar los precios.
- El mensaje de Ahumada fue interpretado por algunos presentes como una manera de enfrentar las críticas que ha recibido por reabrir las conversaciones con la UE y su posición frente al TPP11, donde busca que Chile quede excluido de unas disposiciones clave ya negociadas por el pacto, en el capítulo de inversiones, vinculadas a mecanismos para resolver las disputas entre un Estado e inversionistas (en la izquierda estiman que esas disposiciones le restan soberanía al Estado ante el poder de las multinacionales). En junio, el subsecretario se reunió con la agrupación “Chile Mejor sin TLC”.
Marcel se reúne con embajadores de la UE. Los pasos dados por Ahumada han generado incomodidad en el Ministerio de Hacienda. Los cercanos a subsecretario, de hecho, sostienen que Mario Marcel se ha convertido en la principal voz disonante al interior del gobierno respecto de las negociaciones de los TLC. No se trata de un tema personal, sino político.
- En su gira por Europa, por California y recientemente en Nueva York, el ministro de Hacienda ha desplegado un mensaje para atraer a los inversionistas, desde ya intranquilos por el proceso constituyente de Chile. Las ideas de la Subrei, que encabeza Ahumada, apuntan a un sentido contrario.
- Con una reforma tributaria que tiene sacar adelante, en el marco de una economía deprimida, brotes inflacionarios y la resistencia de parte del mundo empresarial y académico, el ministro ha salido a reafirmar la validez de los tratados firmados por Chile.
- Marcel se reunió el 7 de junio con embajadores de la Unión Europea para dar señales de certidumbre. El encuentro se realizó en la sede de la UE en Chile y en medio de las negociaciones que lidera Ahumada.
- El encuentro no pasó inadvertido entre los cercanos al subsecretario.
Dos lógicas. Los mensajes de Marcel comenzaron a hacerse sentir a inicio mayo, cuando pasó la aplanadora al subsecretario por anunciar una consulta ciudadana para “legitimar” la política exterior del país. “Nosotros no tuvimos conocimiento previo de esta propuesta, por lo tanto, vamos a tener mucho interés en informarnos al respecto. Hubiera sido preferible que se hiciera antes”, respondió Marcel, añadiendo un mensaje que no pasó inadvertido: “Todos sabemos que los tratados comerciales de Chile han sido aprobados por este Congreso, todos los tratados que están vigentes. En el futuro con seguridad seguirá ocurriendo lo mismo, de manera que aquí hay hay una base en la institucionalidad democrática que es bien solida y bien evidente”.
- Marcel marcó esa vez su posición antes que la canciller Antonia Urrejola, pese a que, según señalan en el gobierno, en esos días estaba previsto no escalar el tema.
- Urrejola también contradijo al subsecretario. En el gobierno es un secreto a voces que probablemente su principal defensora al interior del gobierno es la vicecanciller Ximena Fuentes, aunque fue el propio Boric quien lo puso en la campaña a cargo de la red de acuerdos comerciales que el entonces candidato propuso revisar en campaña. Se trata de una problemática sentida en el Frente Amplio y que, hasta ahora, el Presidente no ha contradicho, al menos públicamente. “Me leí el excelente libro de Ahumada, revisa toda la política comercial de Chile (…) En los tratados, se trata de limitar los márgenes de política que tienen los países”, dijo en la campaña el hoy ministro Nicolás Grau.
- Para algunos, la lógica de Marcel apunta a cerrar rápido las negociaciones con la UE y el TPP11, mostrar resultados y mostrar certezas en un país remecido por el plebiscito del 4 de septiembre y la agenda de profundas transformaciones económicas que lleva adelante el gobierno de Boric.
- En el entorno de Ahumada están conscientes que el subsecretario enfrenta una ofensiva de diversos actores del mundo diplomático, político y económico y que aquello bien puede reforzarse después del plebiscito, sobre todo si triunfa la opción Rechazo, como indican hasta ahora diversas encuestas.
- En el pasado, la actual agenda de los subsecretarios de Relaciones Internacionales eran más propios de los Ministerios de Hacienda que de Relaciones Exteriores. La designación del Director Económico de la Cancillería, de hecho, comúnmente se realizaban de acuerdo entre ambas secretarías de Estado, dada la dualidad de roles que le correspondía desempeñar.