-¿Cómo evalúa la gestión del actual gobierno en torno al Covid?
-Siendo bastante objetivo, en torno a lo que están haciendo, y como están trabajando y comunicando, desgraciadamente todo lo que criticaron y todo lo que pensaban que nosotros hacíamos mal, partiendo por la comunicación de riesgo, ellos no lo han hecho mejor. De repente me da la impresión que las críticas les resbalan. Ellos tienen otra misión, otra visión, han dejado de lado la pandemia, porque están enfrascados en la disputa que tiene que ver con el plebiscito de salida. No han sido capaces de mantener a la población en alerta. La ministra (Begoña Yarza) ironizó diciendo que asustábamos a la población y no es así. Ella confunde comunicación de riesgo con asustar a la población.
-¿Qué cosas se han perdido en comunicación de riesgo?
-La comunicación de riesgo efectiva hace que la población tome conciencia de la necesidad del uso de mascarilla, lavado de manos, distanciamiento físico, ventilación y vacunación y cuando sea sintomático o contacto, se haga el examen por precaución. Todo eso se ha perdido. La encuesta Cadem que pregunta por la percepción de riesgo de la población con respecto al Covid ha ido disminuyendo en circunstancias que, a nivel mundial, la OMS ha dicho que la pandemia no ha pasado, el virus no ha desaparecido, sino que todo lo contrario.
-¿Cuál es el riesgo actual?
-En este momento hay brotes enormes en Europa y si nosotros no estamos alertando a la población, no estamos controlando las fronteras, no estamos secuenciando, no estamos vacunando, tendremos una cantidad grande de pacientes hospitalizados. Afortunadamente debido a la vacunación masiva que implementamos en forma exitosa, la gente no está agravándose. La gente se hospitaliza, cae, pero la gente que llega a la UCI no ha sido la misma, en proporción, a lo que nos ocurrió a nosotros, que comenzamos sin vacuna ni ninguna terapia protectora. Ellos reciben el país con una cantidad de vacunados gigantesca. No han logrado transmitir o no quieren, o a lo mejor tienen otros intereses, ese mensaje que tanto ellos pedían que se transmitiera cuando nosotros éramos gobierno.
-Hoy vemos que los casos ni bajan, que la positividad está en promedio en el 15% o más, mucho test voluntario y menos PCR. ¿Al día de hoy qué tan distinto es el panorama actual del que ustedes vivieron?
-Cuando el equipo de salud quiere tratar una enfermedad, debe hacer un diagnóstico. Sin eso no sabe qué medidas tomar. Y en ese sentido se ha fallado enormemente en la falta de diagnóstico, porque la cantidad de test de PCR que se están haciendo es una miseria. Nosotros hacíamos a veces más de 100 mil test al día, y hoy sumando PCR y antígenos se hicieron 25 mil exámenes y de esos solo 15 mil son PCR. Eso es un autoengaño, si haces pocos tets detectas muy pocas personas infectadas, por lo tanto se escapan personas que portan el virus y están infectando a otras. Y con una positividad altísima, el promedio nacional es 14,2% y en algunas regiones llega al 24%.
-¿Cómo ve la coordinación actual en los equipos de gobierno?
-Nosotros nos reuníamos a diario un equipo muy grande. Nos reuníamos con los ministros de Educación, de Justicia, de Defensa. Había una muy buena coordinación interministerial, cosa que hecho de menos ahora. Se han cometido errores gravísimos por falta de coordinación y el propio Presidente ha tenido que llamarles la atención. Poca coordinación con Educación. Mala o nula coordinación con Justicia con el tema de los escáneres en las cárceles. Una pésima coordinación con el ministerio de Relaciones Exteriores, no sabemos qué plan tienen para conseguir vacunas en el caso que haya que poner una quinta dosis, no sabemos qué participación tiene el subsecretario de relaciones económicas internacionales que está preocupado de otras cosas. Han dado una imagen de falta absoluta de coordinación.
-¿A qué se debe esa caída tan fuerte de test PCR en apenas un par de meses?
-Puede ser que mucha gente se esta haciendo antígenos. Y prometieron que los resultados de esos antígenos iban a quedar en línea con convenios con farmacias y laboratorios, no se ha hecho. Y por otro lado, nosotros hacíamos búsqueda activa de casos, que tampoco vemos que se haga. Es decir, ir a plazas, a lugares concurridos, instalar lugares toma de muestras de PCR, y en el aeropuerto, donde ha habido una disminución enorme de toma de exámenes. Cuando se toma la PCR se hace secuenciación genética y ello permite detectar las variantes. Si no se hace eso no se puede manejar la evolución de la enfermedad. Se han disminuido los puntos de muestra, no se si los municipios están recibiendo el apoyo que recibían de nosotros; no se si la atención primaria la está recibiendo el apoyo, me parece que no, porque evidentemente se demuestra que los exámenes de PCR han disminuido en forma catastrófica y nadie se inquieta, nadie se inmuta con eso. Es como tener un paciente con diabetes y no hacerle la glicemia o un niño con fiebre y no tomarle la temperatura. Es lo más ilógico en el manejo de una pandemia.
-El Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) recomendó una quinta dosis de vacuna. ¿Qué le parece?
-El Cavei ha recomendado en dos ocasiones al ministerio de Salud que se coloque una quinta dosis a adultos mayores, inmunocomprometidos y ojalá personal. Si el personal de salud se enferma, aumenta el riesgo de los pacientes. Sin embargo, el ministerio no le ha hecho caso al Cavei. Cuántas veces nos criticaron porque según ellos no le hacíamos caso a los expertos lo que era falso y ellos no le están haciendo caso. Para tomar esa decisión se debe medir anticuerpo, cosa que nosotros hacíamos y no sé si ellos lo están haciendo. Y la otra vía es medir cuánta gente que está cayendo en las UCI tiene sus vacunas al día. Tampoco he visto comunicaciones claras al respecto. Si no hay estudios, si no están evaluando lo que está pasando en las UCI obviamente que les cuesta más tomar una decisión.
-Cuando usted era ministro, algunas de las actuales autoridades tuvieron términos muy duros. El actual subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado, los trató de “criminales” y la actual ministra del Interior, Izkia Siches, de “infelices”, por el manejo de la pandemia. ¿Qué piensa hoy de ese episodio?
-Fueron críticas inadecuadas, no solo del punto de vista científico, sin base científica, sino que también desde el punto de vista humano, desde el trato entre colegas, entre personas. El Colegio Médico me pasó al tribunal de ética porque dije que la actual ministra del Interior, cuando fue presidenta del Colegio Médico había participado en decisiones que tenían que ver con ciertas anomalías que encontró una empresa que hizo una auditoria en el Colegio Médico. Sin embargo, nunca pasaron al tribunal de ética a Cuadrado o a la misma ministra actual por atacar a un colega con frases mas hirientes o descalificadoras. Ella no solo me dijo que era infeliz, sino que yo no pesaba nada, que yo era un soldado de Piñera, que no tenia iniciativa. O sea, una cantidad de falsedades o mentiras solo con fines políticos. Lo que me sorprende es que ahora me invitan a ceremonias, a hospitales. Yo no culpo al Presidente, pero me extraña que me estén invitando a juntarme con ellos cuando me trataron en forma tan grosera y tan poco democrática, tan poco republicana.
-¿Dónde lo han invitado?
-Me han invitado a La Moneda y a una ceremonia donde se va a lanzar el proyecto de reforma de Fonasa. No viene del ministerio de Salud esta invitación, viene del gabinete de la Presidencia. Pero, para mí, pucha que es difícil encontrarme con esas autoridades que me trataron de esa manera. Es insólito que quieran que esté con ellos después del maltrato que sufrí.
-¿Qué opina de la propuesta constitucional en materia de salud?
-Lo que mas me preocupa es que las personas no podrán disponer de sus fondos, su cotización del 7%, para tener libertad de elección. Ese 7% en teoría va un fondo universal a un nuevo organismo con más burocracia, con más personal, con más gastos para administrar este fondo universal de salud y hace desaparecer las isapre. Eso debe estudiarse. Hay que hacer una reforma a las isapres, y obviamente al Fonasa. Yo como ministro la envié al Congreso, se estaba discutiendo. Esto requiere muchos años. Uno no puede cambiar de la noche a la mañana a esos millones de personas de isapre a Fonasa
-¿Haría colapsar el sistema?
-Ya lo dijeron los estudios de la Universidad Andrés Bello. Aumentarían las listas de espera, los gastos en medicina libre elección de Fonasa, van a colapsar los hospitales. Entonces hay que estudiarlo con calma y hay que avanzar hacia un fondo de compensación y que el Fonasa crezca tanto que pueda competir con las isapre. No se puede destruir el sistema mixto público privado que demostró su eficacia en la pandemia.
-El Colegio Médico, tuvo un rol político muy fuerte en el gobierno pasado y hoy es un actor prácticamente invisible. ¿Qué opina del uso que se le dio a esta institución que usted presidió antes de Izkia Siches?
-Clotario Blest dijo que los gremios no se deben meter en política y los políticos no se deben meter en los gremios. Cada uno tiene sur rol. Me preocupa usar un gremio con fines políticos para ganar adeptos para una u otra causa o atacar un gobierno cualquiera que sea. Hay que recordar que el Colegio Médico también atacó al presidente Allende y se dividió. El ataque que hizo el Colegio Médico contra el gobierno de Sebastián Piñera, el ministerio de Salud y otros ministerios fue brutal y fue pagado con plata de todos los colegiados. Uno para una cuota para que el colegio trabaje por sus asociados, pero no para contratar asesores, para contratar gente que tuitea, par contratar gente que está lanzando ataque y eso fue lo que se hizo. Yo irónicamente dije que el Colegio Médico se había transformado en un centro de estudios, pero en realidad lo que hizo fue transformarse en una agencia de empleos porque parte importante de la plana mayor están en puestos de gobierno y algunos ya fracasaron como el ex jefe de gabinete de la ministra del interior. Fue mal utilizado el Colegio Médico.
-Hace unos días el ministerio de Salud dio a conocer un plan para atender la salud mental de los profesionales de la salud afectados por la pandemia. Eso lo habían presentado ustedes previamente como gobierno. ¿Qué le parece?
-Es otra falacia. Nosotros contratamos a través del Hospital Digital 120 psicólogos para atención desde las 8 de la mañana a la 1 de la madrugada para la salud mental de funcionarios de la salud. También contratamos siquiatras y tuvimos un plan de salud mental que surgió en la mesa social Covid-19 cuando la Universidad de Chile preparó un plan y nosotros a partir de ahí creamos el pan Saludable Mente. Me llama la atención que se lance con bombos y platillos un en circunstancias que era un plan que ya estaba funcionando. Además, este programa estaba financiado. Para salud mental dejamos un presupuesto de $26.770 millones para atención de niños, adolescentes y jóvenes con un crecimiento de 67%; dejamos $3.456 millones para para el apoyo de personas con demencia y apoyo comunitario; dejamos $11 mil millones para programas de hogares protegidos. Me llama la atención que se relancen cosas que ya estaban funcionando. Lo dejamos todo en marcha. Para el gobierno anterior, la salud también era un derecho, no es una prerrogativa solo de la izquierda o de la convención constitucional. Para nosotros también es un derecho.