Orellana insta a que el Gobierno sea observador "para conseguir el mejor acuerdo constituyente"
-Este gobierno se define como feminista y transformador. ¿Dónde se observa esa impronta?
-Esa impronta se ve en los contenidos y también en las formas. En los contenidos, por ejemplo, que la Reforma Tributaria incluya una exención tributaria para los gastos en cuidados, que es algo en que incurrimos principalmente las mujeres. En la Reforma de Pensiones hay medidas para subsanar la baja densidad cotizacional de las mujeres.
Otra cuestión tiene que ver con las formas. Una es la inclusión del Ministerio de la Mujer dentro del Comité Político, que fue propuesta por la ministra Camila Vallejo y la exministra Izkia Siches. Y tiene que ver además con la tolerancia cero hacia la violencia contra las mujeres. Nuestro compromiso es no echar estos temas bajo la alfombra como ha ocurrido tradicionalmente.
-Según el senador Latorre, el gobierno no va a renunciar a la superación del neoliberalismo. ¿Cree que eso se va a lograr al término de este gobierno?
-Creo que nadie podría decir seriamente que eso ocurre en cuatro años.
-¿Se necesita otro gobierno para hacerlo?
-No es que yo pueda fijarlo en el calendario. Me parece que es una pregunta quisquillosa.
-¿Cuánto afectaron a la administración las diferencias entre las dos almas del gobierno en el debate por la aprobación del TPP11?
-Creo que se parte de una premisa falsa, de que esto es una división entre Socialismo Democrático y Apruebo Dignidad, cuando lo cierto es que muchos senadores del SD también están en contra. Segundo, hay aspectos que incluso el Senado consideró que deberían ser observados, por eso hay un acuerdo de implementación, que incluye cuestiones tales como la protección de las semillas. Lo menciono porque el TPP11 no es algo que esté concentrado en un sector político. De hecho, nadie podría decir que Karim Bianchi (que votó en contra) es un senador de izquierda. En tercer lugar, las side letters son una estrategia para poder subsanar esas observaciones.
-En cuanto al fondo de la pregunta, ¿cuánto afectó este debate al gobierno?
-Yo no diría que sea el tema que más tensión le pone.
-¿No hay dos almas en el gobierno?
-Ese es un debate ontológico. En general no hablo de almas, sino de posiciones políticas.
-¿Hay más de dos sectores o sensibilidades?
-Yo diría que hay más. Porque tampoco diría que el Socialismo Democrático es un bloque pétreo y homogéneo.
-Este fue un tema discutido en el comité político. ¿En qué orientación fueron sus intervenciones respecto del tema?
-Una de las grandes virtudes que tiene nuestro Comité Político es que actúa como un bloque. A mí me importa mucho que eso permanezca así. El resto son filtraciones y cahuines.
-En cuanto a las diferencias entre SD y AD, incluso el cónclave se corrió para intentar calmar los ánimos entre ambas coaliciones…
-La realidad es mucho menos glamorosa. El fin de semana que viene es largo y la mayoría de los parlamentarios se traslada y baja la asistencia. Lamento desestimar la tesis de la disputa, pero la razón es de agenda.
-El senado Latorre criticó a la ex Concertación y dijo que “no vengan a decirnos cómo gestionar una coalición, porque en su momento también tuvieron crisis”. ¿Comparte los dichos del presidente de RD?
-Una cuestión básica en política es estar dispuesto a trabajar con alguien que no tiene la misma trayectoria que tú. Eso vale tanto para AD como para SD. Yo no puedo estar dispuesta solo a trabajar con quienes han tenido mi mismo camino político. Por lo tanto, el mutuo reconocimiento es la legitimidad de los caminos políticos. Eso es lo que enriquece al gobierno, lo que nos permitió serlo. Por supuesto no comparto el tono del senador Latorre.
-Otra frase que marcó el senador RD fue que desde la ex-Concertación ni desde la derecha le pueden dar cátedra a Apruebo Dignidad de cómo “enfrentar la delincuencia y la inseguridad”.
-Quien crea que el problema del crimen organizado partió el 11 de marzo de 2022 que pruebe si alguien se compra eso. Yo crecí en un país sin armas y hoy estamos en un país que tiene armas, lo que se expresa en que hay más femicidios concretados, porque antes las armas que se usaban, o métodos, eran estrangulamiento o cuchilladas, hoy son armas de fuego. Eso aumenta la letalidad.
Por lo tanto, no comparto el tono, pero sí estoy de acuerdo en que ha sido un problema que incluso se prometió zanjar para siempre en 2010 con que se iba a acabar la fiesta y no ha sido así.
-La Fiscalía ha afirmado la existencia de solo un caso de condena por delitos de índole sexual contra un carabinero. Esto en el marco del discurso del Presidente Gabriel Boric por el tercer aniversario del estallido. ¿Fue correcto el timing de dicha declaración considerando los flancos que abrió la oposición respecto del tema?
-Creo que no es una cuestión de timing. ¿Hay algo que podría haber dicho el Presidente Gabriel Boric que no habría despertado la escandalera de la oposición? Si no hubiera sido eso hubiera sido otra cosa. ¿Cuántas condenas hay por la quema del Metro? ¿Alguien negaría que existieron?
Partidos coinciden en que acuerdo por proceso constituyente debería quedar zanjado en noviembre
-Usted dijo que la verdad jurídica no necesariamente era igual a lo que pasó. ¿Se arrepiente de esa frase que puede ser interpretada como un desafío al poder judicial?
-El mismo poder judicial se ha allanado con el tiempo a reconocer que tiene un flanco respecto a la violación con perspectiva de género. Con gestos como la misma apertura de su secretaría de género. Si las mujeres nos pudiéramos remitir solamente a lo que dicen las sentencias nunca podríamos haber hablado de violencia de género. Recordemos que hasta los años 90 no era ni siquiera delito.
-En ese sentido, hay candidatas que están optando al cargo de fiscal nacional… ¿Cuánto ayudaría que al cargo de fiscal nacional llegue una mujer por primera vez en la historia?
-Es engañoso situar la agenda de género en cargos que son unipersonales. Siempre es una buena noticia, como la de Rosa Devés, la primera rectora de la U. de Chile, pero esa no es condición para que ocurran transformaciones para las mujeres. Más que el nombre me interesa saber si la fiscalía, por primera vez en nueve años, va a firmar el convenio para integrarse en nuestro circuito interesectorial de femicidio; si la fiscalía va a modificar su doctrina de hecho respecto a la legítima defensa de las mujeres y diversidades ante ataques violentos.
Porque la verdad es que tenemos mujeres presas por defenderse de su agresor. Tenemos en este momento a Estefano preso por defenderse de una violación grupal. ¿Qué tenemos que hacer las mujeres? ¿Dejarnos matar? ¿La legítima defensa no rige para nosotras? ¿Qué va a hacer la fiscalía por ejemplo respecto al altísimo número de archivos provisionales y desestimiento? Según la evidencia largamente estudiada, está íntimamente relacionado a sus indicadores de desempeño. De tal manera que muchos fiscales, mujeres también, consideran que tomar casos de violencia intrafamiliar es un cacho, porque les afecta el indicador. Esos son los temas que nos interesa como ministerio y como feminista, no un nombre en particular.
-¿Qué tanto valora este plan que muchos llaman el plan Karamanos, de dejar atrás la figura de la primera dama?
-Me parece muy relevante alejar de la arbitrariedad de la cónyuge o el cónyuge del presidente o presidenta, cuestiones que son funciones públicas, porque siempre es un avance en transparencia.
-Las últimas encuestas dan cuenta de una caída fuerte en la aprobación del Presidente. ¿Cómo se lo está tomando? Usted es cercana a él.
-Si somos cercanos es porque precisamente no ando comentando ese tipo de cosas.
-¿Y usted cómo enfrenta el tema de la desaprobación?
-Yo intento mirar harto en comparación a otros gobiernos y no he encontrado todavía referencias de un gobierno de Chile que se haya enfrentando a una elección a seis meses de asumido. Creo que ese elemento va a ser muy complejo. Por cierto es una dificultad, pero las encuestas son fotos del momento, que tampoco nos van a hacer cambiar aquellas cuestiones para las que fuimos legítimamente electos, que es el programa de gobierno.
-Usted estudió en el Liceo Tajamar, ¿qué piensa del deterioro de los liceo emblemáticos y el fin de los liceos bicentenario?
-No solo estudié ahí, sino que mi mamá enseñó en ese colegio por 15 años. Era como mi guardería cuando chica. Estoy de acuerdo con que se fortalezca la educación pública para que haya oferta de calidad en todos lados. Pero creo que lo emblemático de los liceos tiene que pensarse, porque también hay ahí una comunidad educativa que entra en crisis.
Para el Instituto Nacional y sus egresados, lo hemos conversado con Mario Marcel, que es egresados del IN, es duro ver que aquello que fue semillero de la presidencia, de los grandes líderes políticos, hoy pasa a ser un colegio más. Por lo tanto, hay un cambio de época que hay que masticar y procesar y no puede ser de un zuácate. Pero si uno mira la realidad de todo el país y no solamente se centra en quince colegios, la verdad que es necesario que haya una equiparación de cancha hacia arriba, también asumiendo que la calidad que deriva de la selección es engañosa.
-El gobierno ha optado por tener un rol más de oyente en el proceso constituyente. Hay dirigentes del FA que no están de acuerdo. Usted, que es la única ministra del FA en el comité político, ¿qué opinión tiene al respecto?
-Mi opinión por supuesto es la del Gobierno.
-¿Un rol más protagónico?
-Yo creo que esos no son principios a todo evento. El interés del gobierno es que haya un cauce institucional para la discusión constituyente. Y si para conseguir el mejor y más rápido acuerdo posible el gobierno debe guardar un rol más garante, más de observación, entonces es lo que hay que hacer.
-¿Van a plasmar esta idea en el cónclave? Porque habría dirigentes que querrían impulsar la idea de que el gobierno tenga un rol más activo.
-No tengo una bola de cristal para saber lo que van a plantear los dirigentes.